¿Alguna o alguno ha escuchado alguna vez la palabra “chaca”? En realidad en Burgos es muy común, pero apuesto a que en otras regiones de España este término se desconoce por completo. Sin embargo, no importa, porque hoy vengo yo para explicároslo y sobre todo, para enseñaros a elaborar su receta.
Una de las primeras cosas que aprendí de los burgaleses, es que cuando almuerzan (esa comida comprendida entre las 10 y las 12 de la mañana, que para mucho sigue siendo desayuno), les gusta consumir, sobre todo, tortilla. Desde las más básicas de jamón y pimiento hasta las rellenas de queso de cabra y cecina.
Son en estas últimas donde descubrí el término “chaca”, que no es otra cosa que una combinación de palitos de cangrejo con cebolla y mayonesa. Debo admitir que no lo probé en ningún bar, sino en uno cena casera entre amigas.
Por su aspecto hubiera jurado que no me iba a gustar, no soy muy amante del “surimi”, pero al final resultó ser todo un descubrimiento. ¡ME ENCANTÓ! Tanto que incluso cenar con mis chicas de Burgos no sería lo mismo si no hubiera un platito de “chaca” para picotear.
INGREDIENTES:
Un paquete de palitos de cangrejo.
Una cebolla entera.
Sal.
Mayonesa.
1º. Cortamos los palitos de cangrejo en pequeños trozos, así como la cebolla. Lo mezclamos todo en un mismo recipiente y aderezamos con sal. Cuanto más pequeño mejor, pero sin triturarlo. No queremos que sea un puré.
2º. Después vertemos tantas cucharadas de mayonesa como queramos, hasta conseguir la consistencia deseada. El punto perfecto es aquel en el que la mezcla queda jugosa y brillante. Recordad que la mayonesa debe ser una pincelada, no la protagonista. Finalmente, cogemos los canapés y ya tenemos listo nuestro entrante.
Aunque yo me haya tirado todo el año comiendo “chaca”, lo cierto es que puede ser una gran idea para las Navidades. Como entrante es muy sencillo y asequible y como canapé está riquísimo.