Esta receta que os propongo que hagais la aprendí de mi madre, en mi casa estabamos deseando que llegara el tiempo de los caracoles, porque nos encantaban a toda la familia, además mi madre los guisaba muy ricos.
Hay diferentes formas de guisarlos, con poleo, en tomate, con arroz en salsa de almendras etc..pero a mí personalmente como más me gustan es con salsa de tomate.
Los caracoles es un producto que a muchas personas les gusta, pero también tiene muchos detractores, sera por que son unos animalitos muy pequeños con cuernos, pero yo creo que una vez que los pruben seguro que repiten.
Ingredientes
1 kg. Caracoles.
1 ramillete de poleo.
1 cabeza de ajos
1/2 kg. de tomate.
1 cebolla.
1 diente de ajo.
1 rebanada de pan.
Pimentón dulce.
Especias de caracoles.
Sal.
Preparación
Se lavan los caracoles con abundante agua y sal hasta que suelten la suciedad y las babas. Este proceso se repite unas cuantas veces hasta que estén limpios.
Se ponen en una olla con abundante agua, el poleo (liado en un paño limpio para que no se deshaga) y una cabeza de ajo.
Primero los ponemos con menos calor para que las cabezas se queden fuera y luego ponemos el fuego más fuerte, los vamos espumando, hasta que los veamos cocidos, es decir, que se desprendan de la cáscara facilmente.
A parte ponemos en una sartén un vaso de aceite, cuando esté caliente añadimos la cebolla picadita, el diente de ajo y la rebanada de pan.
Pasamos por la batidora la rebanada de pan y la cabeza de ajo (quitándole la piel) que habiamos cocido con los caracoles.
En el aceite que habíamos refrito la cebolla freimos el tomate triturado, y le añadimos una cucharadita de pimentón.
En una cacerola ponemos los caracoles con un poco de caldo de la cocción, le añadimos la cebolla, el ajo, lo que hemos pasado por la batidora, el tomate y la cantidad de especia que creamos conveniente según el gusto.
Se deja unos minutos en el fuego para que se mezclen los sabores.
Y ya están listos para comer.
Ricos, ricos….