Los hay quien los mantiene en ayunas varios días para que suelten todo lo que han comido y quienes les ponen de comer algunos vegetales o hasta incluso harina para que coman y puedan eliminar los posibles restos de hierbas de las que se suelen alimentar que pudieran ser perjudiciales por el sabor que dejan o por la toxicidad que puedan ocasionar.
Yo os explico mi técnica, que no quiere decir que sea la mejor pero si la que siempre he practicado y que me da buenos resultados.
Los caracoles los solemos recoger nosotros mismos en el campo después de haber llovido, que es cuando salen normalmente o hasta incluso cualquier noche con ayuda de una linterna, que es cuando salen a comer.
Los solemos dejar en un cubo cubierto con una red lo suficientemente fina para que no se escapen pero que puedan respirar. Normalmente los dejamos tres días o cuatro en ayunas si los vamos a consumir enseguida o una semana añadiéndoles cada día un poco de harina espolvoreada por encima para que no se mueran de hambre ya que sino se echarían a perder.
Hay que procurar dejarlos en un lugar lo suficientemente fresco.
Procedimiento del limpiado:
Los lavamos con abundante agua en un barreño o fregadero para eliminarle la suciedad que se les adhiere a las conchas y cuando están limpios por fuera les echamos un puñadito de sal para que suelten las babas, los removemos con cuidado, los lavamos y repetimos esta operación varias veces hasta que veamos que no tienen babas verdosas incrustadas.
Nosotros solemos hacerlo unas tres veces o cuatro veces aproximadamente.
Una vez limpios, ponemos una cazuela con agua al fuego, echamos los caracoles, los mantenemos a fuego lento para que salgan de las conchas y cuando están fuera, vigilando que no se salgan de la cazuela, les subimos el fuego a tope de golpe para que mueran en el acto ( ya se, un poco sádico y macabro el tema pero se hace así). Una vez empieza a hervir el agua se le retira la espuma que suelta por encima con ayuda de una cuchara grande y se les deja hervir unos 5 minutos, los escurrimos ponemos agua limpia de nuevo con una pastilla de caldo o sal laurel etc, eso va a gustos y los hervimos durante media hora mas o menos y procedemos hacer el sofrito mientras. Ojo, no tiréis el agua de cocción.
Y vamos con la receta.
Ingredientes:
1 kilo de caracoles ya limpios y precocidos.
1 cebolla
Un par de guindillas picantes
1 pimiento morrón o ñora
1 tomate grande maduro (puede ser salsa de tomate en conserva)
3 o 4 dientes de ajo
1 trozo de chorizo de buena calidad
1 cucharadita de maicena (para espesar la salsa)
Sal, aceite y pimienta.
Elaboración:
Poner a hidratar el pimiento morrón o ñora en un poco de agua templada.
Hacer un sofrito con la cebolla y los ajos bien picado todo, añadimos el chorizo a trocitos, el tomate rallado, las guindas y por último la carne del pimiento o ñora que sacaremos raspando con ayuda de una cuchara (se puede triturar con la piel pero sin pepitas junto con el tomate si os resulta difícil o tiene poca carne).
Se cocina todo unos minutos, se sazona con un poco de sal y pimienta y se les añade los caracoles, se cubren con el caldo de cocerlos y se dejan cocer hasta que estén tiernos y por último se le añade la cucharadita de maicena diluida en un poco de caldo o agua, se deja espesar la salsa y listo.
Idea: se puede sustituir el chorizo por unos trocitos de bacon o no ponerles nada si estamos haciendo la dieta Dukan o queréis evitar el exceso de grasa..