Es indiscutible, cualquier preparación casera supera con creces al preparado de fábrica, y es curioso como alguna de ellas, por ejemplo el sirope de caramelo, es tán fácil de hacer que apenas necesitas ingredientes. ¿Y cuantas veces no has dejado de hacer tortitas, o un flan porque te faltaba el caramelo? Pues ya no hay excusa, sigue los pasos y aplica el truco final y tendrás siempre caramelo casero listo para usar. No me demoro más en las explicaciones.
Ingredientes
175 grs de Azúcar
el zumo de 1/2 limón
2 cucharadas soperas de agua
Preparación:
Pon en un recipiente el azúcar el agua y el limón y disuelvelos. Ponlo a calentar y remueve con paciencia. Cuando se haya disuelto y esté todo mezclado llevalo a ebullición y dejalo hervir, removiendo de vez en cuando hasta que notes que cambia de color (a un color tostadito, dorado) y de textura.
Separa del fuego y ya tienes el caramelo listo para usar.
Y aquí viene el truco final: si quieres que no se endurezca y poder conservarlo líquido, cambialo al recipiente donde lo vayas a guardar y añade un par de cucharadas de agua hirviendo, y lo remueves bien, verás que se quedá líquido y no se endurece.
Y si se endureciera, sólo tienes que echarle un poco de agua hirviendo cuando quieras que vuelva a estar líquido.