La entrada de hoy me hace especial ilusión, y es que por fin puedo anunciar oficialmente mi cambio de look! Bueno, el del blog, jeje. Creo que es más que evidente y que no os hacía falta que yo os lo dijera aquí hoy, pero como digo: me hacía ilusión y quería anunciarlo a bombo y platillo :)
Y es que me ha costado lo suyo. Algun@s pensaréis que no es para tanto pero lo es. Soy una total ignorante en lo referente a diseño gráfico. Y casi si me apuras, en informática. Bueno, no tanto, pero todo lo que sé, lo poco que sé, lo he aprendido mediante ensaño y error, prueba que te prueba hasta que te da vueltas la cabeza y esas cosas. Y por eso, hoy, estoy orgullosa de mí. Porqué no decirlo. Igual que lo estuve el día que por fin pude poner en marcha el blog. Hoy he conseguido terminar todos (creo) los cambios que quería hacer. Podrían ser mejores? seguramente. Pero lo he hecho yo y eso me gusta, me gusta mucho.Veo que evoluciono y aprendo. Recuerdo cuando empecé y veo lo que he avanzado... en todo: en organizarlo, pero también en la cocina, en la fotografía, en mí misma... Y es que, señor@s, este no solo es un blog de cocina. Para mí, al igual que, probablemente, para muchos de mis compañer@s bloguer@s, es mucho más. Es un espacio propio donde disfrutar... y donde evadirte, relajarte, dar rienda suelta a la imaginación y un largo etcetera que voy a tener que acortar porque como me siga yendo por las ramas no acabamos nunca. Y es que cuando me da... me da! :) En fin, que estoy muy contenta. Me gusta mucho la nueva imagen y espero que a vosotr@s también. Creo que esta nueva etapa que comienzo hoy la voy a disfrutar aún más (o eso pretendo). Siempre adelante, siempre a mejor.
Quiero hacer una mención especial en esta entrada a Maite, Mai, que de forma desinteresada y llena de cariño me ha ayudado a que el blog quedara todavía mejor. El fondo maravilloso y algunos ajustes técnicos muy importantes (os habréis fijado en el estupendo y socorrido índice de recetas. La gran novedad del blog que no habría sido posible sin su ayuda. Entre otras cosas). Y es que este blog, como os comentaba antes, me da mucho más que recetas y conocimientos culinarios. Gracias a este blog conozco a gente maravillosa. Gente que, como Mai, te inspira y te hace crecer, que da todo sin esperar nada a cambio. Gente buena de la que te alegras que haya entrado en tu vida. Me estoy poniendo sentimental pero es que es verdad. Para terminar, no dejéis de visitar sus dos estupendos blogs: Hierbas y Especias y Las cosas de Maite, dónde además de encontrar platos deliciosos, podéis ver muchos de sus diseños. Y ya sabéis, si os interesa, dadle un toque! :)
Quiero también agradecer, una vez más, a mi gran y querida amiga Estela, Bergua*, mi hermana, mi confidente. Quien me animó y me dio el empujón definitivo para empezar esta aventura. Una aventura que vivimos las dos juntas y que nos ha unido aún más si cabe. Te quiero amiga!
Y ahora, para no desviarnos del propósito del blog, renovado o no, vamos con una estupenda receta de carrilleras de ternera al vino tinto. Una delicia de guiso! La carne queda suave y melosa, se deshace en la boca. Con la salsita de cebolla y zanahoria y por supuesto el vino tinto, queda sensacional. He de decir que también gracias a los consejos de mi madre. Sin su ayuda no se yo si me habría quedado tan tierna la carne. Y es que madre no hay más que una y la mía la mejor! :)
Para 4:
INGREDIENTES
7 carrilleras enteras (14 si os la da ya cortadas el carnicero, como a mí)
2 cebollas
4 zanahorias
Aceite de oliva
Vino tinto (uno bueno, mejor)
2 cucharaditas de pan rallado
Sal
Pimienta negra molida
PREPARACIÓN
- Empezamos dorando la carne, previamente salpimentada al gusto, en una cacerola con un poco de aceite de oliva ya caliente. Cuando cojan color, las sacamos y reservamos.
- En la misma cazuela y añadiendo un poco más de aceite si fuera necesario, ponemos a pochar la cebolla picada.
- Cuando empiece a estar dorada, añadimos las zanahorias cortadas en rodajas no demasiado gruesas. Dejamos que se hagan bien las verduritas, removiendo de vez en cuando para que no se peguen.
- Cuando las verduras estén listas, añadimos la carne y un par de cucharaditas de pan rallado (para ligar la salsa).
- Removemos y añadimos el vino tinto. Generosamente. Hasta que casi cubra todos los ingredientes. Cuando empiece hervir, bajamos a fuego suave y cocemos el tiempo necesario hasta que la carne quede bien tierna y el vino evapore, ligando la salsa. Entre 40 minutos y una hora. Yo lo tuve unos 50 minutos. Hay que mirar y pinchar la carne cuando creáis que está listo. Tiene que quedar muy tierna. Que pinches y el cuchillo o tener atraviese la carne con mucha facilidad.
- Cuando la carne esté lista, apagamos y dejamos reposar unos minutos para que no queme. No lo dejéis enfriar mucho porque entonces la salsa se espesará demasiado. En cualquier caso tiene fácil arreglo. Volvéis a calentar un minuto y listo.Ya veréis que delicia de guiso. Acompañado de unas patatas fritas queda un plato de locura. Riquísimo!
Qué las disfrutéis! :)
Si quieres, también me encuentras en Facebook :-)
https://www.facebook.com/Minscocina