¿¿¿Como me puedo resistir a hacer este cheesecake???....hombre tengo que admitir que en realidad no soy fan al 100% de las tartas de queso pero algo dentro de mí me incitaba a darle otra oportunidad y probar recetas nuevas y como me suele pasar cuando pienso tan fuerte en algún dulce no sé porque se me acaba presentando por pura casualidad en algún libro o blog....destino o suerte no lo sé.....
Así que decidí hacer el sacrificio y encender el horno para probar esta tarta de queso y el resultado.... sencillamente me encantó....
Tengo que decirte que la receta base de este cheesecake es del pastelero "Jean Fronçois Piège" . Hice algunas modificaciones y el resultado fue genial!!
Con esta receta tengo el honor de participar en el concurso del primer aniversario de "I love bundt cakes".
Este cheesecake tiene la particularidad de que la base de galletas es casera al 100% o sea no trituraremos galletas compradas del super sino haremos nuestras galletas caseras y te aseguro que merece la pena porque se nota la diferencia un montón.Usaremos el queso philadelphia para un sabor más autentico y no estoy haciendo ninguna publicidad lo único es que he probado otras marcas y tengo que admitir que sale más rica la tarta con el queso original. También hornearemos la tarta y así evitaremos el uso de gelatina y utilizaremos la técnica del baño maría para una textura más cremosa ¿¿Quieres descubrir la receta conmigo??
Ingredientes: Para un molde de unos 22 cm
La base de galletas:
195 g de harina de trigo todo uso
80 g de mantequilla ablandada +50 g de mantequilla fundida
40 g de azúcar glas
40 g de huevo (algo menos que un huevo M)
Media cucharadita de sal fina
Una cucharadita de ralladura de naranja y limón
25 g de azúcar moreno
La crema de queso:
550 g de queso philadelphia clásico (no light)
140 g de azúcar
80 g de nata (crema de leche) líquida para montar (35% materia grasa)
1 yema de huevo L
3 huevos enteros L
Las semillas de 2 vainas de vainilla
Compota de cerezas:
500 g de cerezas
6-7 cucharadas de azúcar
Zumo de medio limón mediano
2 cucharaditas de maicena
Preparación:
La base de galletas:
1. En un bol, ponemos la harina junto con el azúcar glas, la sal, las ralladuras de naranja y limón y los 80 g de mantequilla ablandada. Mezclamos todo con las yemas de los dedos pero sin amasar.
2. Agregamos el huevo y removemos hasta conseguir una masa. Nada más conseguir una masa homogénea paramos de manejar con las manos y no tenemos que amasar en ningún momento.
3. Cogemos nuestra masa y la ponemos entre dos papeles de horno o dos bolsas de plástico (como las bolsas de congelación) y extendemos con el rodillo hasta conseguir una plancha bien finita.
4. Ponemos esta plancha encima de una bandeja de horno forrada con papel vegetal.
5. Horneamos a 180ºC durante unos 15 min hasta que esté bien doradita.
6. Sacamos del horno y dejamos enfriar.
7. Partimos la masa de galletas en trozos irregulares y los trituramos hasta conseguir la textura de polvo.
8. Ponemos las galletas trituradas en un bol y les agregamos los 50 g de mantequilla fundida y tibia + el azúcar moreno y removemos todo con una cuchara .
9. Ahora cogemos nuestro molde y lo forramos con papel vegetal. Engrasamos los laterales del molde con mantequilla.
10. Ponemos las galletas trituradas en la base del molde y aplanamos la superficie con el dorso de una cuchara.
11. Reservamos en la nevera mientras hacemos la crema de queso.
La crema de queso:
1. En un bol, ponemos el queso philadelphia (mejor sacarlo unos 15 min de la nevera antes de utilizarlo para conseguir una crema sin grumos) junto con el azúcar y batimos a velocidad máxima con unas varillas eléctricas sólo pocos instantes. Es muy importante no batir demasiado para una buena tarta de queso.
2. Agregamos la yema de huevo y volvemos a batir sólo hasta que se integre.
3. Agregamos los 3 huevos enteros, uno a uno, mientras batimos siempre a velocidad máxima. No hay que echar un huevo hasta que el anterior se haya integrado por completo.
4. Agregamos la nata (crema de leche) líquida y batimos otro poco.
5. Agregamos las semillas de las vainas de vainilla (abrimos las vainas con un cuchillo longitudinalmente y raspamos las semillas con la ayuda del cuchillo). Removemos con la espátula hasta que se integren en la crema. Podemos agregar también un poco de ralladura de limón y naranja.
6. Sacamos nuestro molde de la nevera y vertemos la crema de queso encima de la base de galletas.
7. Horneamos nuestro cheesecake en un horno previamente precalentado a 190ºC con una bandeja de horno puesta en la parte inferior del horno y que lleve dos vasos de agua aproximadamente . Esto permite generar humedad en el horno y conseguiremos una tarta con textura cremosa. Esta es una técnica parecida al baño maría pero más sencilla ya que no tendremos que poner nuestro molde dentro de la bandeja con agua ya que hay un riego de que se filtre el agua al molde y que se nos pueda estropear la tarta. Entonces pondremos nuestra tarta en la parte media del horno sobre una rejilla y la bandeja con agua estaría en la parte más inferior del horno. Bajamos la temperatura a 160 ºC y horneamos durante una hora hasta 1h 15 min.
8. Yo he puesto mi tarta tapada con papel aluminio porque mi horno quema las cosas enseguida. No hay que abrir el horno en ningún momento porque esto causaría grietas en la superficie.
9. Una vez hecho nuestro cheesecake, apagamos el horno y lo dejamos dentro que se enfríe durante una hora hasta hora y media. Esto evita un cambio brusco de temperatura. Podemos dejar el cheesecake en el horno apagado y cerrado o un poco entreabierto.
10. Pasado este tiempo, sacamos la tarta del horno. La dejamos unos instantes fuera y luego la guardamos en la nevera durante al menos 24h.
La compota de cerezas:
1. Lavamos las cerezas y las deshuesamos. Las ponemos en un cazo junto con el azúcar y el zumo de limón y llevamos a fuego medio hasta que llegue a ebullición. Dejamos cocer unos 10 min más.
2. Pasado este tiempo, agregamos la maicena y removemos muy bien y cocemos un par de minutos más hasta que espese la compota ligeramente.
Apartamos del fuego y dejamos enfriar por completo. Guardamos nuestra compota en la nevera hasta el momento de utilizarla.
Servir nuestro cheesecake:
Después del tiempo de reposo del cheesecake de 24-48h, desmoldamos nuestra tarta y le quitamos el papel vegetal puesto en la basa y la ponemos encima del plato de presentación. Echamos encima la compota de cerezas y servimos bien fresquita.
Pues lo dicho resulta un bocado fino y ligero con un autentico sabor a cheesecake, una textura cremosa que no te dejará indiferente....¡¡Te lo garantizo!!
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