Esta tarta de queso y berenjena o cheesecake de berenjena es una de las cosas máaaaas deliciosas que he probado. En serio, es taaaan suave, se deshace en la boca, y tiene un sabor taaaan rico... No es fácil describirlo... me quedo corta. Como no, de Ottolenghi. No podía ser de otra forma. Y es que yo ya he llegado a un punto en que se con certeza que si preparo una receta suya es un éxito seguro. Esta se queda en el top, sin duda.
La diferencia con la original es que yo he utilizado todos los quesos y la crema de leche bajos en grasa, aligerando así bastante el plato. La consistencia y el sabor quedaron igualmente estupendos. (ay, las fotos no me hacen justicia a lo rica que quedó!)
Para 4:
INGREDIENTES
2 berenjenas no muy grandes
150 gramos de tomates cherry (normales o mejor tipo pera)
150 gramos de queso feta
150 gramos de queso crema o mascarpone (yo crema)
60 ml de crema de leche o nata (crema de leche) para cocinar (double cream en la original)
3 huevos
Aceite de oliva
2 cucharadas de orégano fresco (o un buen puñado)
1 cucharada de za"atar (o al gusto)
Sal
Pimienta negra molida
PREPARACIÓN
- Precalentamos el horno a 190º C con ventilador o 220 arriba y abajo. Cortamos las berenjenas en rodajas circulares de un par de centímetros de anchos más o menos. Las colocamos sobre una fuente y las pincelamos con aceite por las dos caras. Las salpimentamos y las horneamos unos 40 minutos, hasta que la carne esté tiernas y la superficie dorada. Cuando estén listas las sacamos y bajamos el horno a 180º C.
- En un bol ponemos los huevos, la crema de leche, el feta y el queso crema, y batimos hasta obtener una mezcla homogénea, sin grumos, y densa (lo podemos pasar por la batidora). Salpimentamos al gusto y volvemos a mezclar.
- Colocamos la berenjena en un molde engrasado o forrado de papel vegetal (circular o cuadrado), superponiendo unas rodajas sobre otras, en línea, como en la foto.
- Rellenamos los huecos que dejen las berenjenas con los tomates, cortados por la mitad, y espolvoreamos la mitad del orégano picado.
- Vertemos la mezcla de queso en el molde, sin que llegue a cubrir la verdura por completo, que sobresalgan una parte de las berenjenas y los tomates. Espolvoreamos el orégano restante y horneamos unos 30 - 40 minutos, hasta que la masa esté cuajada. Pichamos en el centro con un palillo para comprobarlo. Cuando salga limpio estará lista.
- Sacamos del horno y dejamos enfriar antes de desmoldar, para que no se rompa. Antes de servir, pincelamos por encima con el za"atar mezclado con un poquito de aceite de oliva para dar el toque final (queda fantástico) y a degustar. Creedme, es una tarta como nunca antes habéis probado. Simple y llanamente maravillosa.
Qué la disfrutéis! J
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