Me habéis pedido muchos de vosotros que publicase la receta de la tarta que puse en el post de celebración del cumple de Corazón de Caramelo y no os voy a hacer esperar más, pese a que tenía pensado dejarla para la próxima semana para no saturaros con tanto chocolate jeje, aunque si por mi fuera también os lo digo, todo lo que hago llevaría un toquecito de chocolate porque lo mío es absoluta pasión.
Aviso que la tarta es apta para alguien muy chocolatero como yo, como podéis observar emana chocolate por todos sus costados y es que desde la base hasta la cobertura (de los pies a la cabeza que diría yo) el componente principal es, como habréis imaginado, muuucho chocolate.
Pero hablemos un poco de este estupendo producto. Ya sabéis que me gusta siempre dar algún dato nutricional o beneficioso de los ingredientes que utilizo en las recetas. Pues bien, el chocolate, sobretodo el chocolate amargo (el que tiene un 70% de concentración de cacao), está dentro del grupo de los alimentos que contienen propiedades antioxidantes, lo que hace que los antioxidantes nos protejan del daño producido por agentes exteriores, como la contaminación ambiental que acelera la degeneración de nuestras células exponiéndonos a enfermedades varias. Diferentes estudios hablan también (y a esto me agarro yo habitualmente cuando me paso con el chocolate) de que el chocolate posee propiedades euforizantes y estimulantes a nivel cerebral y esto ocurre porque el chocolate posee algunos componentes como la feniletilamina capaz de actuar en el cerebro desencadenando una agradable sensación de euforia y bienestar emocional. Por supuesto, todo esto sin abusar porque también es sabido la alta concentración de sustancias grasas y azúcares que posee el chocolate. Pero como digo yo, comiendo con sentido común y de manera razonable, pienso que no deberíamos privarnos de nada.
Esta receta la he sacado del blog de Alma Obregón, aunque la he adaptado un poquito a mi gusto.
INGREDIENTES: (Para un molde de 20 cm.)
Para la base:
1 paquete de galletas Digestive con chocolate
60 gr. de mantequilla
Para el relleno:
260 gr. de chocolate negro
500 gr. de queso fresco tipo Philadelphia
150 gr. de azúcar blanco
2 huevos
2 cucharaditas de extracto de vainilla
175 gr. de nata (crema de leche) líquida (35% materia grasa)
Para la cobertura o ganache:
175 gr. de chocolate
175 gr. de nata (crema de leche) líquida (35% materia grasa)
15 gr. de mantequilla (1 cucharada)
ELABORACIÓN:
Precalentamos el horno a 180ºC. y engrasamos nuestro molde con spray desenmoldante.
Trituramos las galletas con ayuda de un robot de cocina o en su defecto, metiéndolas en una bolsa y golpeándolas con un rodillo hasta convertirlas en polvo. Derretimos la mantequilla en el microondas y la mezclamos con las galletas pulverizadas hasta obtener una mezcla con aspecto similar a arena mojada. Cubrimos la base de un molde desmoldable y lo introducimos en el congelador hasta que hayamos hecho el relleno.
Para el relleno de la tarta vamos a comenzar poniendo el chocolate en un bol. Ponemos la nata (crema de leche) al fuego y cuando comience a hervir, la retiramos y la vertemos sobre el chocolate. Dejamos reposar un minuto y removemos entonces hasta que el chocolate y la nata (crema de leche) se integren bien, obteniendo así una mezcla brillante y sin grumos.
En un bol a parte batimos a velocidad lo más baja posible, el queso con el azúcar. Cuando estén mezclados, empezaremos a añadir los huevos, uno a uno y batiendo lo justo para que se integren ya que no queremos que la masa coja aire y burbujas. Añadimos por último la vainilla y batimos un momento hasta que se integre en la mezcla.
Añadimos ahora la mezcla de chocolate con nata (crema de leche) (ganache) a la mezcla anterior y batimos de nuevo a velocidad baja hasta que esté bien integrado.
Vertemos el relleno en el molde que teníamos reservado en el congelador y lo introducimos en el horno durante 15 minutos a 180ºC. y después bajaremos la temperatura a 120ºC. y horneamos durante una hora o una hora y cuarto aproximadamente. Tienes que observar que toda la superficie de la tarta esté cuajada y seca a pesar de que el centro esté todavía con aspecto de flan. Durante el reposo terminará de asentarse y cuajarse.
Sacamos la tarta del horno y dejamos que se enfríe completamente dentro del molde. Una vez completamente fria, la introduciremos en la nevera un mínimo de dos horas.
Ahora preparamos la cobertura de nuestra fantástica tarta y para ello pondremos el chocolate con la mantequilla en un bol y llevaremos la nata (crema de leche) al fuego. Cuando rompa a hervir la echaremos sobre el chocolate y dejaremos reposar un par de minutos. Removemos con una espátula hasta conseguir una mezcla completamente lisa y de aspecto brillante.
Sacamos la tarta de la nevera, la desmoldamos con mucho cuidado y vertemos sobre ella el ganache de chocolate que acabamos de preparar.
ALGUNAS ACLARACIONES:
Puedes utilizar las galletas que más te gusten. A mi me encantan las Digestive y es por eso que utilicé estas en la receta pero en la receta del blog de Alma Obregón, ella utiliza galletas Oreo por ejemplo.
Si quieres suavizar un poco la intensidad del chocolate, sustituye el chocolate negro por chocolate con leche.