La lengua es algo vivo y en constante transformación.
Si intentamos localizar el significado de la palabra ?chorizo?, nos podemos encontrar con una explicación que nada tiene que ver con el rico y sabroso embutido que todos conocemos y es que solemos llamar también ?chorizo? a un ladrón.
Curiosamente la razón de que se use éste término para denominar, de una manera despectiva, a los amigos de lo ajeno, nos llega directamente del ?caló?, el idioma utilizado por el pueblo gitano, en el que existe una serie de palabras para referirse a todo lo relacionado con los ladrones y el acto de robar: chorí, choraró, choribar, chorar.
Con el tiempo, se popularizó y la utilización de éstas palabras dentro del lenguaje coloquial entró a formar parte de nuestro idioma, transformándolas en chorizo y choricear (ladrón y robar), tal y como hoy en día las conocemos y las usamos.
De hecho, en el diccionario podemos encontrar ésta definición de ?chorizo?: ratero, descuidero, ladronzuelo? La RAE tacha ésta definición como vulgarismo y avisa que puede utilizarse en femenino y masculino, así que existen ?chorizas? y ?chorizos? que en definitiva y es a lo que vamos, no tienen nada que ver con el riquísimo embutido.
En Málaga, pueblo de hondas raíces, aún se conserva ése rito ancestral de la matanza, donde las familias cebaban su propio cerdo para su posterior sacrificio. Con el tiempo ésta tradición ha dado paso a una de las industrias artesanales más importantes en muchos pueblos malagueños, la fabricación de embutidos.
El chorizo artesanal, en ocasiones ?caseros? que consumimos en nuestra provincia, es un embutido curado elaborado principalmente a base de carne de cerdo picada y adobada con especias, siendo la más característica el pimentón, que es el elemento más distintivo del chorizo frente a otras salchichas, y también el que le da su color característico rojo y a veces sabor ligeramente picante
Los chorizos malagueños resultan imprescindibles en Mi cocina.
Muy aromático y con mucho sabor. No hay nada como coger un trozo de pan, quitarle su piel, untarlo y comer un bocadillo de chorizo.
Pero hoy les propongo cocinarlo en vino tinto, quedando una salsita que una vez reducido el vino está muy rica.
¿Cómo hacerlo?
En una sartén, sofreir los chorizos cortados en rodajas, en aceite de oliva con un diente de ajo machacado, dejándolos cocinar, hasta que empiecen a dorarse por los bordes.
Echar el vino tinto (usar uno de calidad) dejándolo cocer, a fuego medio, durante unos 10 minutos, hasta que la salsa espese a su gusto.
Servir caliente, en cacerolitas individuales, añadiéndoles perejil picado.
Y a mojar pan?.buen provecho.