Cuando era pequeña me encantaban los churros de pescado, la verdad es que era una de las pocas maneras en las que me comía el pescado. Ahora que soy madre me siento tan identificada con mis hijos cuando los veo comer churros, están tan buenos que siempre repiten y a decir verdad los mayores también repetimos.
Ingredientes:
1 kg. de pescado blanco
200 ml. de cerveza
150 g. de harina aproximadamente
5 dientes de ajo
una rama de perejil
una pizca de azafrán o colorante alimentario
el zumo de dos limones
sal
aceite para freír
Elaboración:
Cortamos el pescado en trozos de aproximadamente dos dedos de grosor.
Machacar los dientes de ajo con un almirez o utilizando un prensador de ajos.
Exprimir los limones.
Macerar durante un mínimo de media hora el pescado junto con el zumo de limón, los ajos machacado, el perejil picado y un poco de sal.
Colocar las hebras de azafrán en un trozo de papel de aluminio y tostarlo ligeramente.
Hay muchas personas que lo tuestan en el horno pero yo lo pongo sobre la tostadora de pan unos segundos y queda estupendo.
En un bol aparte mezcla la cerveza, unas cucharadas de harina y el azafrán.
Batir el rebozado hasta que adquiera una consistencia espesa.
A los canarios nos gusta que al freír los churros tengan un color amarillo por lo que si lo deseas puedes añadirle un poco de colorante alimentario, esto es opcional.
Pon a calentar el aceite y cuando esté bien caliente baña el pescado en la masa del rebozado y fríelo con el fuego fuerte.
¡Da la vuelta al pescado para que no se te queme!
Al sacar el pescado de la sartén ponlo sobre un papel de cocina para que este absorba el exceso de aceite.
Ahora prepara una cerveza bien fresquita y come una tapa de churros de pescado con unas papas arrugadas.
¿Hay mejor forma de disfrutar del día?