Se trata de una receta típica francesa en la que se hornean las cerezas sobre una masa líquida que recuerda a las crepes. Es perfecta para hacer este verano con cerezas aunque cuando se acabe la temporada también se pueden usar otras frutas, como melocotones o albaricoques. En este caso ya no seguiríamos la receta francesa al pie de la letra pero siempre me ha gustado adaptar los dulces a mis gustos personales. Me ha quedado tan rica que creo que voy a incorporarla a mi recetario habitual para hacer durante todo el año, utilizando en cada ocasión las frutas de cada momento.
Como ya he dicho es muy sencilla de preparar. Lo más costoso ha sido quitar el hueso a las cerezas, no por dificultad sino porque se utiliza bastante cantidad y lleva un ratito. Además en mi caso, que no tengo deshuesador, he utilizado una pajita, de las de beber, por lo que el proceso ha ido un poco más lento. Por lo demás los ingredientes son los habituales en la despensa. Leche, harina, huevos, esencia de vainilla y azúcar glass. Un rato de horno y listo.
Se suele tomar templada aunque fría también está deliciosa. Y si la acompañamos de un helado de vainilla por ejemplo ya sería el “sumum” de la maravilla.
Os dejo la receta y os animo a que la preparéis, estoy segura que la disfrutaréis tanto como yo.
Ingredientes:
500 gr Cerezas deshuesadas, 345 ml Leche , 75 gr Azúcar , 115 gr Harina , 3 Huevos, 1 cucharadita Extracto de vainilla , 1 pellizco Sal, Azúcar glas.
Elaboración:
Como siempre, comenzamos preparando todos los ingredientes que vamos a necesitar para tenerlo todo a mano. Esto es: Lavar y deshuesar las cerezas, sacar los huevos de la nevera, pesar y tamizar los ingredientes secos y precalentar el horno a 180 grados con calor arriba y abajo.
Engrasamos el molde que vayamos a utilizar. ( El que yo he usado es uno de 24 cm del tipo que se utilizan para hacer las quiches, lo veis en las fotos)
Una vez que lo tengamos todo preparado empezamos.
Fuente: Clafoutis
Fuente: Clafoutis 2
Mezclamos el azúcar y la harina con la sal y el extracto de vainilla, añadimos los huevos y la leche y lo mezclamos todo muy bien.
En el molde engrasado ponemos un poco de la masa, un dedo más o menos y lo horneamos durante 5 minutos más o menos. La idea es que la masa se cuaje un poquito para poder poner sobre ella las cerezas y que queden de pie, de esta manera no se moverán. En este momento espolvoreamos con un poco de azúcar glas por encima de las cerezas, con la ayuda de un colador. Vertemos el resto de la masa cubriendo las cerezas e introducimos en el horno que hemos subido a 200 grados durante unos 50 minutos. Para comprobar que está listo introducimos una punta y si sale limpia ya podemos sacar la tarta del horno. Lo más probable es que se haya subido la masa durante la cocción pero luego se quedará a la altura del molde.
La tarta ya está lista para comer! Normalmente se come templada y podemos acompañarla de una bola de helado, de vainilla le va de maravilla.
Espero que os animéis a prepararla, os va a encantar!!
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