Los años que llevo queriendo hacer un Clafoutis de cerezas…
Pero es que hay veces que las cerezas duran muy poco...
¿O será más bien yo me organizo rematadamente mal y cuando decido hacer el clafoutis ya no quedan?
Será lo más problable.
El clafoutis es un postre francés con una textura muy parecida a un flan con cerezas, suele llevar huevos, nata (crema de leche), leche….
Esta receta me llamó mucho la atención porque lleva un poco de almendra y mascarpone y me pareció muy interesante.
Y el resultado no ha podido ser más satisfactorio la combinación de este especie de flan con la acidez y dulzor de la cereza es espectacular, no podéis dejar de hacerlo porque es simplemente una delicia.
Este Clafoutis que veis en las fotos no es el primero que hice, no.
Como sabeis estoy haciendo un certificado de pastelería y los viernes la profe nos deja llevar nuestros ingredientes y hacer las elaboraciones que queramos y yo suelo aprovechar para preparar recetas para el blog.
Pero claro, no controlo bien los hornos y a veces pasa lo que tiene que pasar, que olvidas quitarle el ventilador al Rationel (que dicho sea de paso vale una pasta) y entonces tu Clafoutis empieza a saflar y a levantar y tostarse demasiado.
Rico estaba, pero no fotogénico.
En clase se ríen mucho de mí, por mi perfeccionismo y se estuvieron riendo de mi por esa frase varios días….jajaja.
Por otro lado para hacer la receta clásica le dejé los huesos a las cerezas y los rabitos, también, esto no es clásico pero yo pensé que quedaría más fotogénico, craso error.
Los de los huesos dicen los puristas que es para darle más sabor al Clafoutis.
¿Queréis que os diga lo que pienso?
Que eso se lo inventó un listo que se había hartado de deshuesar las cerezas, os lo digo yo, que he probado el clafoutis de las dos maneras y no hay diferencia apreciable.
Pero vaya, que no me oigan los puristas.
Con hueso será muy tradicional, pero se come mal, eso de tener que ir pendiente de no atragantarte con una hueso o de no partirte una muela no es bien.
Así que tu haz lo que quieras, pero yo las deshuesaría.
Con la ayuda de un boli bic,se hace en u pliqui como dice una amiga mía.
Lo desarmas y con la caña apretas en el culete de la cereza y sale el hueso la mar de bien, eso si ponte guantes que sino parece eso una masacre.
La receta es adaptada de La cocina de Fabrisa.
INGREDIENTES:
3 huevos
125 g de azúcar
50 g. de harina de repostería
30 g de maizena
50 g de almendra molida
125 g de queso mascarpone
1 cucharadita de pasta de vainilla de calidad
350 gr o 400 gr de cerezas deshuesadas
250 ml. de leche entera
Azúcar glas para decorar
ELABORACION:
Para un molde de 23/24 cm.
Encendemos el horno a 180º con calor arriba y abajo.
Lavamos y deshuesamos las cerezas o no, eso como te he dicho más arriba lo dejo a tu elección, pero yo ¡tiraría de boli bic!
Mezclamos el queso con el azúcar hasta que se haya integrado y Añadimos los huevos uno a uno no agregando el siguiente hasta que el anterior no se haya integrado, esto no es una tontería es importante eh?
Agregamos la mantequilla en pomada y continuar batiendo hasta que la asuma.
Incorporamos la harina tamizada con la maizena y la almendra molida.
Seguimos mezclando y añadiendo poco a poco la leche.
Mezclamos hasta que no hay grumos.
La mezcla quedará bastante líquida, una mezcla parecida a la que se utiliza para los creps.
Engrasamos el molde donde vayamos a hornear y vertemos la mezcla.
Distribuimos las cerezas por todo el molde y horneamos durante unos 15 minutos a 180 grados y luego bajamos a 170 grados otros 30 o 40 minutos.
o hasta que pinchando con una brocheta esta salga limpia.
Dejamos enfriar y espolvoreamos con azúcar glas antes de servir.
Espero que esta receta os súper encante, ya sabéis que si tenéis dudas me las podéis dejar aquí o en mis redes FB o IG.
Como siempre os dejo el verdadero pedacito de cielo:
“Y la manera de tener vida eterna es conocerte a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien tú enviaste a la tierra.” Juan 17:3