Esta semana ha sido un poquito rara, supongo para todos los que “tenemos la suerte” de tener un trabajo. Y es que tener un día libre en medio no trastorna la rutina diaria. Y si éste día va precedido de una verbena como la de San Juan…. Pero ya es oficial: estamos en verano!
Y a parte de la calor de éstos días, la noche de San Juan nos da el pistoletazo de salida a días de playa y noches de terracita; comidas al aire libre y a celebraciones que se alargan… Pero para poder empezar con buen pie, hay que celebrar bien esa noche. No sé en otros sitios como se hará, pero aquí en Cataluña siempre hay una coca de por medio.
Hay de muchos tipos de cocas: las más clásicas con fruta confitada, rellenas de cabello de ángel, con piñones, con crema…. pero desde hace años que yo no conozco una de mejor que la de Llavaneres. Se dice así porqué la receta original se hizo en la pastelería del pueblo que lleva éste nombre, ubicado en la costa del Maresme. Y supongo que con el paso del tiempo se ha quedado con ésta “denominación de origen”. Es una coca que para mí lo tiene todo! Crema y piñones y la base no es abizcochada, pero no es seca como la coca de chicharrones (aquí conocida como de “llardons”). Y siempre había creído que era muy complicada de hacer, pero nunca me había planteado ni siquiera buscar la receta. Así que éste año lo he hecho y navegando por Internet encontré un paso a paso de una pastelería. Y me sorprendió lo fácil que es prepararla, aunque requiere de algunos pasos. El primero y el más importante, comprar los ingredientes (sin ellos no habrá ni coca ni nada), así que la lista de la compra es la siguiente:
75 gr de polvo de almendra
400 gr de azúcar
6 huevos
1/2 L de leche
1 limón
50 gr de maicena
Piñones
2 planchas de hojaldre
Vamos a ir paso a pasito. Primero haremos la crema el relleno. Ponemos en un vaso un poco de la leche con la maicena para que ésta se disuelva bien y el resto, en un cazo junto a la piel del limón. Hay que dejar que arranque a hervir; justo entonces se apaga el fuego y dejamos que se vaya templando. En un bol vamos a batir las yemas de los huevos con 150 gr de azúcar. Cuando ya no se note la granulación del azúcar, se le añade la leche con la maicena y se sigue batiendo. Poco a poco vamos a ir añadiéndole la leche atemperada (le habremos quitado ya la piel) sin dejar de batir. Y cuando esté todo bien mezclado se va a poner al fuego de nuevo. Con la ayuda de una cuchara de madera, se va removiendo constantemente hasta que espese a nuestro gusto. Luego, y éste es mi toque, le añadimos el zumo del limón. Dejamos enfriar. La crema la podemos preparar antes y dejarla en la nevera unos 2-3 días (siempre con un papel film tocando la superficie para que no haga corteza).
Segundo paso: el mazapán. Es muy sencillo. Se mezcla el polvo de almendra con 150 gr azúcar y la clara de dos huevos. Con la ayuda de un tenedor hasta que esté bien integrado. Y ya está listo. Por último, montaremos el resto de claras de huevo a punto de nieve con unas varillas. Acordaros de ponerle una pizca de sal para facilitar la tarea. Ahora que está todo preparado, ya nos queda solo el montaje.
Extendemos una de las planchas de hojaldre sobre papel de horno (y ya puesto en la bandeja, que luego no habrá manera!). Rellenaremos con la crema pastelera, dejando un marco de un dedo y medio por cada lado sin relleno. Se humedece éste borde con un poquitín de agua (con el dedo mismo) y se tapa con la otra plancha de hojaldre. Para sellarlo y que no rebose la crema, hay que hacer un dobladillo con las dos planchas a la vez (nos podemos ayudar de un tenedor). Una vez quede todo cerrado, untamos con el mazapán como se pueda y cubrimos con las claras a punto de nieve. No hace falta que quede bien liso, pero si debe estar bien repartido. Ahora es el momento de ponerle los piñones. A vuestro gusto. Y por último, haremos una capa con el resto del azúcar, si? Pues ya está montada! Al horno que se va. A 180°C, con calor arriba y abajo, durante unos 30 minutos. Primero pondremos la bandeja en la parte baja del horno y luego la cambiaremos a la parte alta. Pasado éste tiempo, sacamos nuestra coca de Llavaneres y la dejamos enfriar. Yo le he puesto una fina capa de azúcar glas por encima, pero si no queréis ponérsela no pasa nada.
Espero que os decidáis a hacerla y a probarla, porqué estoy convencida que de cara al siguiente San Juan no querréis otro tipo de coca. Os lo advierto!
Que tengáis una muy buena entrada al veranito, golos@s!
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