De nuevo quiero presentaros una coca.
Un tipo de bizcocho que descubrí hace tiempo y que queda delicioso en cualquiera de sus versiones.
En esta ocasión para su elaboración utilice una tableta de turrón de Jijona, el blando de toda la vida, que aun rondaba por casa y el resultado es espectacular.
Un bizcocho esponjoso, con un aroma y sabor a almendra que quita el sentio y con el toque rico y divertido que le dan las pepitas de chocolate.
Con esta tarjeta de presentación quien puede resistirse a probarlo?
Si aun tienes una tableta de turrón en casa o necesitas un bizcocho diferente con el que merendar en navidades, no puedes perderte esta receta.
Y si lo que prefieres es un buen brownie no dejes de probar estas recetas.
Coca de turrón con pepitas de chocolate
Ingredientes:
200gr. de aceite de oliva suave o de girasol
5 huevos
150gr. de azúcar blanca
150gr. de azúcar morena
100gr. de leche
1 cucharada sopera de zumo de limón
150gr. de turrón de Jijona
200gr. de harina
100gr. de almendra molida
2 sobres dobles de gasificantes
100gr. de pepitas de chocolate
Azúcar blanca para espolvorear
Elaboración:
Encendemos el horno a 180º con calor arriba y abajo para precalentarlo.
Ponemos el zumo de limón en la leche, removemos y dejamos que actúe mientras seguimos preparando el resto.
Tamizamos la harina junto con la almendra molida y los sobres de gasificante. Reservamos.
Desmenuzamos el turrón con una cuchara y reservamos. También podéis triturarlo, pero a mi me gusta mas que queden trocitos.
Ponemos en un bol los huevos y los 2 tipos de azúcar y con ayuda de una batidora de varillas eléctricas batimos hasta que veamos que blanquea y dobla su volumen.
Sin dejar de batir, agregamos el aceite en forma de hilo.
A continuación agregamos la mezcla de leche con el limón y seguimos batiendo.
Le agregamos el turrón desmenuzado y continuamos batiendo.
Le vamos agregando la harina, almendra molida y gasificantes que teníamos tamizados.
Lo hacemos poco a poco para que se integre bien utilizando una lengua con movimientos envolventes de abajo hacia arriba.
Para finalizar, le agregamos las pepitas de chocolate y removemos para que se repartan por toda la masa.
Engrasamos el molde con aceite de girasol u oliva suave. Si disponéis de spray desmoldante lo engrasaremos con él, a mi me gusta más el resultado y me resulta muy cómodo. Podéis ponerle papel de horno en la base del molde, os será más fácil desmoldarlo después.
Vertemos en el molde la mezcla. Yo utilice un molde rectangular, que es perfecto para esta elaboración.
Le espolvoreamos un buen puñado de azúcar por encima que hará después una costra crujiente.
Meteremos en la bandeja central del horno durante 35 o 40 minutos. Esto ya depende del horno de cada uno, para aseguraros de que está bien hecho por dentro lo mejor es pincharle con un palillo. Si este sale limpio ya estará listo.
Pasado el tiempo lo sacaremos a una rejilla y dejaremos que temple a temperatura ambiente.
Cuando lo haga ya estará listo para desmoldarlo y consumir.