En mi cocina no faltan las verduras, en esta ocasión os traigo un plato de coliflor, una hortaliza de intenso sabor, cuyos nutrientes resultan muy beneficiosos para el organismo. Puede formar parte de una gran variedad de platos. Es rica en vitamina C y ácido cítrico que potencia la acción de esta vitamina. es antioxidante, tiene escaso aporte calórico por lo que resulta ideal para las dietas de control de peso. La podemos cocinar al vapor, hervida, rebozada, etc.
Puede convertirse en la protagonista del plato, como en éste que he preparado hoy para vosotros.
Ingredientes para 4 personas:
Una coliflor
un kgr de mejillones
una cucharada sopera colmada de harina
1/2 litro de leche
una cucharada de concentrado de tomate (si no tienes se puede sustituir por tomate frito)
25 gr de mantequilla (se puede sustituir por aceite)
sal, nuez moscada
un vaso de vino blanco
Preparación:
Poner agua en una cazuela con sal y un vasito (de los de vino) de leche al fuego. Cuando empiece a hervir, incorporamos la coliflor separada en tallos y cocemos destapada durante 25 minutos.
Colocar los mejillones en una sartén con el vino a fuego vivo y retirar cuando se abran. Sacarlos de sus conchas, picar la mitad de ellos muy menuditos.
En un cazo derretimos la mantequilla, añadimos la harina, damos un par de vueltas con una cuchara de madera y sin dejar de remover vamos añadiendo el resto de la leche, incorporar los mejillones picados y dejar que cueza todo junto durante 5 minutos.
Añadir los mejillones enteros y el tomate y cocer 5 minutos más. Sazonar con nuez moscada y sal y reservar.
Escurrir la coliflor y mezclarla con la salsa reservada.