Para aprovechar al máximo los beneficios del aguacate y toda su frescura, es importante consumirlo por completo en el menor tiempo posible. Pero, pese a esto, hay algunos momentos en los que no se necesita o no se quiere gastar entero y nos queda un buen trozo (o como en este caso, la mitad) que sería una pena desperdiciar.
Pero, ¿cómo evitar que el aguacate se oxide? A parte del consabido limón, hay otras formas para conservarlo en perfectas condiciones, pero la que a mí me va mucho mejor es ésta que te voy a explicar a continuación.
Mira, yo hago lo siguiente:
1.- Corto el aguacate por la mitad. Si tengo que usar sólo la mitad, utilizo la que no tenga el hueso (si no tienes mucha práctica en abrir aguacates, mira este tip. Clica aqui)
2.- La otra mitad (la que tiene el hueso) la pongo en 1 táper con un buen trozo de cebolla. Yo le puse cebolleta porque es la que también me sobraba, pero puedes usar un trozo de la cebolla que tengas en casa. Es importante colocar la mitad del aguacate que quieras conservar, de tal modo que el hueso quede mirando hacia arriba.
3.- Cierro el táper y lo meto en el frigorífico.
4.- Su aspecto al día siguiente es éste. Como ves, está ¡magnífico y no ha perdido ni pizca de frescura ni de color!
De verdad, este truco a mi me va muy bien. Y es que los vapores que emite la cebolla contribuyen a conservar el color verde y la frescura del aguacate. Además, y también muy importante (ya sabes de mi manía por no tirar nada, trabajar lo justo y ahorrar dinero y tiempo en la cocina), el trozo de cebolla no se echa a perder, con lo que podrás darle otros usos.
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