INGREDIENTES
12 galletas de mantequilla en forma de estrella y en diferentes tamaños
200 gr. de glasa real
Bolitas o elementos decorativos (opcional)
LA GALLETA
Ya conocéis nuestra obsesión por la simplicidad y nuestra pereza extrema, así que directamente vamos a dirigiros sin remordimientos a la receta de las galletitas «LINZ» , porque el procedimiento es el mismo, excepto en que para esta ocasión la alegraremos un poco añadiendo a la masa una cucharadita de extracto de vainilla. ¡Tiramos la casa por la ventana, es Navidad!
Para conseguir cortarlas, empleamos un cortador con forma de estrella de diferentes tamaños que puede conseguirse por unos 3.95eur. Guardad vuestras armas ninja, aunque puedan degollar con cierta facilidad, esas estrellas ya las probamos y no sirven para cortar galletas.
LA GLASA REAL
Necesitaremos unos 200gr. de glasa que elaboraremos con:
200 gr. de azúcar glass
8 gr. de albúmina de huevo deshidratada
1/4 de cucharadita de cremor tártaro
Tinte comestible de color verde en gel
Hace unos meses preparamos unos tutoriales para la elaboración de la glasa real que emplearemos para decorar y adherir las galletas entre sí. Los necesitaréis para elaborar la glasa en su consistencia más espesa: consistencia de "delineado" y similar a la pasta de dentífrica en aspecto y dureza. La teñiremos de verde en su mayoría y apartaremos un poco sin teñir para añadir detalles en blanco.
La Glasa Real o Royal Icing Parte I
La Glasa Real o Royal Icing Parte II
ELABORACIÓN
Enhorabuena, porque si habéis llegado hasta aquí ya tendréis preparadas las galletas con forma de estrella y la glasa tanto en color verde como en blanco, lo que viene a ser un 80% del trabajo realizado. De forma que prácticamente sólo nos queda adherir y decorar.
Para empezar a dar forma a nuestro árbol de galleta, colocaremos la galleta más grande en la base, aplicaremos unos cuantos puntos de glasa sobre ella para que cuando seque actúe como adhesivo, y colocaremos otra galleta sobre la anterior de forma que las puntas de las estrellas coincidan con los huecos de la inferior. De esta manera alternamos puntas con huecos y vamos elevando nuestra torre de galletas ninja hacia las alturas.
Ya habréis deducido que iremos colocando las más grandes en la base y descenderemos en tamaño a medida que vayamos acoplando más y más galletas. Si se os desmorona, gritad "¡JENGA!" entre lágrimas y tratad de recomponerla con las migajas antes de saltar por la ventana. Apartaremos una galleta pequeña para la apoteosis final.
Es hora de coger el anís y darle un buen trago, porque, aunque de por sí nuestro pino de carbohidratos ya luce bastante bien, ahora viene lo bueno: simular el follaje. Y aquí empieza lo tedioso.
DECORANDO CON LA MANGA
Sí, nuestro abeto forma parte de una de esas excentricidades navideñas, así que jugaremos a ser Dios decorándolo con pequeñas hojas. Para ello emplearemos una manga cargada con nuestra glasa verde y una boquilla de hoja como la Wilton 65S.
Lo haremos de dentro hacia afuera y cubriremos así todos los picos de las estrellas que han quedado visibles. Al principio aplicaremos un poco de presión a la manga para realizar la base de la hoja, aflojando ésta poco a poco para terminar de hacer la forma, terminándola en punta. De esta forma iremos cubriendo cada una de las galletas, poniendo a prueba vuestra muñeca y paciencia. Si por un momento pensasteis en decorar las galletas antes de ensamblarlas, no lo hagáis.
Si decidís utilizar decoraciones adicionales, como bolitas de colores, podéis incorporarla sobre las hojas mientras aún estén húmedas para que se adhieran con facilidad. También podemos poner un puntito de glasa que nos ayude a pegar las decoraciones si se nos ha secado en exceso o si hemos decido esperar a que se sequen las hojas para continuar decorando con la manga, como es nuestro caso.
Una vez las hojas se hayan secado, ¿recordáis la glasa blanca que apartamos antes? la utilizaremos para aplicar una poca en los extremos de las estrellas con una boquilla normal del nº2 ó 3, simulando un poco de nieve. Si la glasa no está lo suficientemente seca, ambos colores se fundirán, el efecto de relieve se perderá y «¡JENGA!», podéis saltar por la ventana... otra vez.
Para pintar la estrella que también apartamos, nosotros utilizamos una mezcla de colorante blanco, amarillo y dorado y unas gotitas de alcohol blanco (vodka o anís) para elaborar un pintura de aspecto metalizado que puede quedar muy elegante. Si no tenéis en casa o simplemente no queréis gastar un céntimo más, podéis dejarla sin pintar o bien podéis teñir un poco de glasa blanca para decorarla con las técnicas comentadas en las entradas sobre la glasa real que seguro ya conocéis. Si os sobra tinte metálico, podéis pintaros un par de dientes, calzaros el chándal y repartir unos cuantos mecheros por los bares. La última vez que lo hicimos nos sacamos un pico y una paliza por una invadir la zona de otro.
Para finalizar, utilizaremos un poco más de glasa para fijar la última estrella en la parte superior del abeto y voilá! nuestro árbol de navidad comestible estará listo. Ya sabéis lo que toca ahora: ropa fuera y baile de la victoria por el pasillo. ¡Nos encanta la Navidad!