Dos de los consejos fundamentales que se dan para realizar el carpaccio y que éste sea sabroso, es que lo hagamos con carnes rojas, pues tendrá mucho más sabor, y la finura que suelen tener de manera general. Para elaborarla, las lonchas de carne que cortes deben ser muy finas. Por supuesto, se requiere también una carne de gran calidad, puesto que la vamos a comer cruda.
Es imprescindible que la carne esté en el congelador unas dos horas antes de servir el plato, pues debe mantenerse fría para después pasarla a la nevera, ya que el plato se sirve con pocos grados. Una vez hayamos comprado la carne, tendremos que limpiar las grasas y después cubrirlas con algún papel, tipo film, que solemos tener en la cocina, y dejarla reposar en el congelador. Además, se debe dejar marinar con el aliño que le queramos poner durante algunas horas en la nevera. Así se absorben mejor los sabores.
A su vez, el carpaccio de ternera puede comerse como primer plato o aperitivo si lo hacemos en forma de ensalada. También podemos pasar la fina carne para el carpaccio por la plancha para dar más sabor, y condimentarla con mayonesa u otra salsa afín, así como añadirle queso azul. Asimismo, le podemos añadir algunas hojas verdes, como lechuga o las de espinacas.
Beneficios
La cocina cruda, como en esta caso los carpaccios de carne, aportan una serie de beneficios, fundamentalmente porque permiten conservar todos los nutrientes de estos alimentos. El carpaccio de ternera, por ejemplo, es bajo en colesterol, no contiene grasas saturadas, y tampoco presenta carbohidratos ni azúcares.