Esta herramienta nació en el siglo XVII tras muchos años de búsqueda de un método que permitiese guardar alimentos de una manera sencilla y que durasen en el tiempo conservando sus propiedades organolépticas (sabor, olor, textura) y nutricionales. De la mano del francés Nicolás Appert nació el proceso conocido como appertización debido a su nombre que consistía en introducir el alimento a conservar en frasco de vidrio que se cerraba y se ponía al baño maría durante un tiempo determinado. Consiguieron así dar el primer paso hacia el desarrollo de las conservas como conocemos hoy en día.
A la hora de hacer conservas en casa hay que tener en cuenta que si no están bien hechas siguiendo unos pasos muy concretos podrás estar poniendo en peligro tu salud y la de tu familia. La esterilización es un método que consigue eliminar la actividad de microorganismos patógenos pero si no se hace correctamente puede que éstos sobrevivan y nos enfermen. La bacteria típica es la Clostridium botulinum, causante de la enfermedad conocida como botulismo (enfermedad mortal). Es por esto que elaborar conservas se debe hacer siempre bajo unas condiciones de higiene estrictas y respetando unos protocolos sencillo pero muy concretos.
Aunque son muchas las posibilidades que se abren a la hora de hacer conservas hoy nos vamos a centrar en las mermeladas por varias razones. En primer lugar son deliciosas y permiten disfrutar de la fruta y su sabor durante todo el año. Por otro lado debido a su contenido en azúcar y a la acidez de la fruta es un tipo de conserva más segura a la hora de hacer en casa. Si bien es necesario seguir unas normas básicas de higiene, no se necesita ningún material específico y cualquiera puede animarse a hacerlas en casa.
A continuación te proponemos algunos ejemplos.
Normas comunes para las mermeladas:
Esteriliza los tarros y las tapaderas que usarás para envasar las mermeladas cociéndolos durante 20 minutos. Pasado ese tiempo escúrrelos y sécalos bien.
Una vez hecha la mermelada es el momento de rellenar los botes. Rellena los botes justa hasta donde empieza la rosca de la tapa, tápalos y ponlos en una olla alta. Tienen que estar totalmente cubiertos de agua. Hiérvelos durante 30 minutos, sácalos y deja que se enfríen. De esta manera aguantará varios meses.
Mermelada de tomate
Pela un kilo de tomates, trocéalos y ponlos en una cacerola junto con 400g de azúcar o de miel si lo prefieres. Lleva a ebullición removiendo constantemente y luego mantén cociendo a fuego lento durante unos 30 minutos. El tiempo dependerá del agua que tengan los tomates. Cuando tome consistencia de gel apaga el fuego y deja enfriar. Luego rellena los botes como se indica arriba y esteriliza.
Mermelada de kiwi
Pela un kilo de kiwis maduros, trocéalos y ponlos en una cacerola junto con 300g de azúcar o de miel si lo prefieres. Lleva a ebullición removiendo constantemente y luego mantén cociendo a fuego lento durante unos 30 minutos hasta que tome consistencia de gel. Apaga el fuego y deja enfriar. Luego rellena los botes como se indica arriba y esteriliza.