Aunque no lo parezca, vistas lo duras que son las cookies prefabricadas que venden en los supermercados, las cookies originales son blanditas en el centro y crujientes por el borde. ¡Nada que ver con las compradas! Así que si todavía no lo habéis hecho, os animamos a preparar unas auténticas cookies americanas caseras. Os aseguramos que nunca más querréis comeros ningunas otras.
¿Qué necesito?
125 gr de mantequilla a temperatura ambiente
150 gr de azúcar
200 gr de harina
2 huevos
100 gr de chocolate o pepitas de chocolate
1/2 de cucharadita de sal
1/4 de cucharadita de levadura en polvo
¿Cómo lo hago?
Ponemos la mantequilla (que es muy importante que esté a temperatura ambiente) en un bol y la trabajamos un poco con la batidora. Agregamos el azúcar y seguimos batiendo hasta que esté completamente integrado.
Añadimos un huevo, batimos y cuando esté bien mezclado añadimos el segundo huevo. Batimos hasta obtener una masa homogénea.
Incorporamos la sal, la levadura en polvo y poco a poco la harina y vamos batiendo hasta conseguir finalmente una masa lisa. Agregamos el chocolate cortado en pedacitos pequeños. O si preferís ahorraros este paso, podéis comprar pepitas de chocolate. Mezclamos bien con una espátula para repartir perfectamente el chocolate.
Para que la masa adquiera bien el sabor, lo ideal es cubrirla con papel film y dejarla en el frigorífico mínimo un par de horas, aunque si son 4 o 5 horas todavía mejor.
Transcurrido este tiempo, sacamos la masa de la nevera y cogemos porciones con una cuchara. Le damos forma de bola a cada porción y las vamos colocando en una bandeja de horno cubierta con papel sulfurado. Es necesario dejar bastante distancia entre bola y bola, ya que se derretirán en el horno y corren el riesgo de tocarse.
Por último, solo queda hornear las galletas a 170 unos 12 minutos. En cuanto veáis que los bordes se tuestan un poquito hay que retirarlas del horno, porque lo interesante de estas galletas es que queden crujientes en los bordes y blanditas en el centro.
Esperamos a que enfríen un poquito y las colocamos en una rejilla hasta que enfríen completamente. Os diría que las podéis guardar en un recipiente hermético y se conservan perfectamente varios días pero lo extraordinario sería que consiguieseis que durasen más de un día.