Ingredientes:
250 g de mantequilla en dados
1 sobre de azúcar vainillado o unas gotas de extracto de vainilla
165 g de azúcar glass
165 g de azúcar normal
1 huevo
335 g de harina
1 cucharita de café de bicarbonato o 1 sobre de levadura química
375 g de pepitas de chocolate
Ablandamos la mantequilla hasta la consistencia de pomada, la batimos con el extracto de vainilla o el azúcar vainillado, el azúcar glass, el azúcar normal y el huevo hasta obtener una masa ligera y esponjosa. Añadimos la harina tamizada junto al bicarbonato en dos veces. Primero ponemos la mitad y amasamos, después añadimos la otra mitad y seguimos amasando. Por último ponemos las pepitas y seguimos amasando con las manos hasta formar una bola.
Envolvemos la bola de la masa en papel transparente y la guardamos en la nevera una hora.
Precalentamos el horno a 180ºC. Forramos la bandeja de horno con papel de hornear (no hace falta engrasarlo). Cogemos un poco de la masa y formamos una bolita entre las palmas de la mano. La ponemos en la bandeja de horno y la aplastamos ligeramente con los dedos. Las bolitas deben ser pequeñas, de 2-2,5 cm de diámetro, y la distancia entre ellas también debe ser considerable para que no se peguen entre ellas mientras se hornean, y no se deformen. Deberían quedar redondas. La masa, al llevar mucha mantequilla , se deshará un poco con el calor del horno y las galletas aumentarán en diámetro, así como quedarán más finas de grosor. Así quedarán finas y crujientes. Buenísimas!
Hay que hornear unos 12 minutos, pero os daréis cuenta cuando estarán listas. Se dorarán y olerán muy bien. Podéis variar la receta, y añadir frutos secos, pasas, otros ingredientes a vuestro gusto. Con avellanas quedan también buenísimas!
Disfrutadlas!