Y es que a pesar de tener muchas anotadas, realmente es mi estómago el que decide cuál hacer. ¿No les pasa? Que hay recetas que un día puede provocarles muchísimo y otro día no.
Bueno vamos a lo nuestro.
Ingredientes (Para dos personas)
1 Calabacín grande
4 claras
1 huevo
100 gramos de queso rallado
100 gramos de queso parmesano
1 cebolla
Ajo en polvo
Media taza de harina de almendra (apróx.)
Sésamo
Preparación
Lavar el calabacín, ya saben por la tierra y los químicos, y cortarlo en rodajas no muy gruesas. Y los vamos a cocer en un agua hirviendo durante 3 minutos.
Pica la cebolla en tira y sofríela con un poco de ajo en sal hasta que dore. Agrega los calabacines y saltea por unos tres minutos.
En un plato mezclamos el sésamo y la harina de almendra. Es un poco todo al ojo, la verdad. Con esta mezcla espolvoreamos los calabacines y la cebolla que tenemos en la sarten, hasta que tueste por unos dos minutos. ¡Remover, remover y remover, que se pega y se quema muy fácil!
Una vez listo, retira del fuego y precalienta el horno a 180 grados. Ahora a batir las claras y los huevos, a los que le vamos a agregar la mezcla que tenemos en la sartén.
Engrasamos con un poco de aceite una fuente, y le agregamos nuestra mezcla. Espolvoreamos con el queso rallado y horneamos por unos 30 minutos. El último par de inutos, dedícaselos a gratinar un poco, que siempre le luce muy bien a estos platos un poco de gratén.
¿Preparan así los calabacines en casa? Déjame tus comentarios o mejor aún comparte tus recetas