Yo me enamoré de una vieja en la playa de isla cristina,
Ella se llamaba "wisni",
y yo estaba cogiendo coquinas.
Yo tenía puesto mi tanga de leopardo
Y ella un bañadó de los años cuarenta,
Yo tenía apenas treinta años,
y ella había cumplío los noventa.
Tienna balada de amol a la vieja de mis sentrañas
Mojinos Escozíos
De Huelva y Cádiz
Para aquellos que pudieron disfrutarlo.
Para nuestros padres que hicieron ese milagro posible.Regreso a la niñez, de cuando acampábamos en verano y pasábamos las semanas viviendo a orilla del mar. Por aquellos años no había hoteles ni apartamentos y, sin embargo, la capacidad de improvisar junto a una necesidad imperiosa de disfrutar hacían que cualquier tipo de esfuerzo tuviese una desmedida recompensa. Dormíamos en tiendas de campaña. Junto a ella levantábamos la cocina y el sombrajo. Un poco más arriba y donde comenzaba la montaña el minúsculo baño.
Dormíamos oyendo el rumor constante de las olas y bajo la sensación de que una de ellas alcanzaría la tienda de campaña. Matalascañas, El Pico del Loro, Mazagón; paraísos y reductos de mi niñez. Donde en las tardes y cuando el sol se ponía, aprovechábamos, mi hermana y yo, para ir en busca de coquinas con un cubito de plástico azul en mano. Para luego, mi madre cocinarlas; o bien echándolas al arroz o mareándolas en ajo y vino del condado de Huelva.
Fotografías que quedan grabadas en la retina más íntima de uno y que ya, por más que uno quiera, no volverán.
Coquinas, una balada de amor
INGREDIENTES
Medio kilo de coquinas
Cuatro o cinco dientes de ajo
Vino blanco, manzanilla o fino
Aceite de oliva virgen extra
Perejil
Sal
ELABORACIÓN
Lo primero, limpiar de arena las coquinas, cubriéndolas en agua y con un poco de sal. Las mantenemos durante una hora aproximadamente y cambiando el agua de vez en cuando.
En una sartén ponemos los ajos fileteados con aceite de oliva virgen extra.
Cuando los ajos comiencen a dorarse añadimos las coquinas escurridas.
Una pizca de sal y un buen chorreón de manzanilla.
Conforme se vayan abriendo las coquinas las sacamos, de esta forma impedimos que se sequen y así quedan jugosas.
Las que no se abran la desechamos.
Dejamos que el caldo reduzca un poco e incorporamos perejil picado.
El caldo resultante lo vertemos sobre las coquinas.
Servimos inmediatamente.
OBSERVACIONES
Receta de muy fácil elaboración.
Sea cual sea la receta por la que nos decantemos la coquina no debe hervir más que lo necesario, ya que corremos el riesgo de que se seque en demasía.
Aunque existe otra manera de cocinarla, y es cociendo aparte las almejas una vez limpias de arena.
Reservamos el caldo de la cocción y colamos por si sueltan algún resto las almejas.
En vez de agua podría ser sustituida por el caldo de las almejas.
El resto de la receta viene a ser la misma.
Del vino, bastará que sean de nuestra total confianza.
Admite la receta; cebolla, tomate, laurel, jamón serrano, guindilla, huevo cocido y pimienta negra.
Algunas recetas de coquinas
Con espaguetis
Con arroz
A la marinera
Con tomate
Con ajos tiernos y espárragos blancos
Arroz caldoso con coquinas y pollos
Merluza en salsa verde con coquinas
Rape con salsa de azafrán y coquinas
Sopa de coquinas y fideos
Caldereta de atún y coquinas
Coquinas al coñac
Coquinas picantes
(ajo y guindillas)
Coquinas a la andaluza
(Ajo, cebolla, pimientos verdes, tomates y vino blanco)
Ay fueron a coger coquinas
Los voluntarios de Cádiz
Fueron a coger coquinas
Ay a la primera descarga
Tiraron las carabinas
Ay a la primera descarga
Tiraron las carabinas.
Estrella Morente
Enrique Morente/Estrella Morente
Dietética
Beneficios de las coquinas
Tiene unos valores nutricionales similares a los de las almejas. Al mismo tiempo que es baja en grasas y calorías nos aporta proteínas de buena calidad y aminoácidos. Estas cualidades la hacen perfecta para las dietas de los deportistas y de adelgazamiento. Destaca por su alto contenido en vitamina B3, B9 y ácido fólico.
Además, nos aporta minerales como hierro, selenio, potasio y calcio. En cuanto al hierro, 100 gramos de coquinas nos ofrecen la cantidad recomendada para todo el día. Por ello, se aconseja incluirla en la dieta de las personas anémicas o durante los días en que las mujeres están menstruando. También tiene yodo, recomendable para las personas que sufran hipotiroidismo (tiroides) y desaconsejable para las que tengan hipertiroidismo.
Cuando existe un exceso de función tiroidea el tiroides secreta mayor cantidad de hormonas tiroideas en sangre y se habla de hipertiroidismo. Cuando la glándula funciona por debajo de lo normal, se producen menor cantidad de hormonas tiroideas y se habla de hipotirodismo. Para su diagnóstico vasta con un simple análisis de sangre.