Hoy os traigo uno de los postres que más me gustan, que además, aunque no apto para la operación bikini, si es apto para el verano pues se come bien fresquito de la nevera.
Cómo ya os digo en la entrada, este es uno de los postres que suelo pedir cuando voy a los restaurantes de mi tierra.
Pero tenía un objetivo claro, que no tuviese grumos, pues este es uno de los problemas que más me encuentro, y me repatea, pues odio los grumitos y las cositas, que yo soy de las que pasa por colador el zumo de naranja para no encontrarme la pulpa.
Pero no os preocupéis, que si lo hacéis tal y como os explico, no correréis ese riesgo, y os saldrá una crema exquisita y suave.
Vamos a por ella.
INGREDIENTES PARA DOS PERSONAS:
250 cl de leche entera.
2 yemas de huevo.
20 gr de Maizena.
50 gr de azúcar.
Cáscara de medio limón.
1 rama de canela.
1/2 cucharadita de extracto de vainilla.
ELABORACIÓN:
Ponemos la leche, junto con la cáscara de limón y la canela en una cacerola, y llevamos a ebullición. Una vez está hirviendo retiramos y reservamos.
Colamos 1/3 de la leche caliente, y mezclamos con la Maizena, hasta que está completamente disuelta.
Dejamos enfriar la leche, con el limón y la canela, para que tome todo su sabor.
Mezclamos el huevo con el azúcar, hasta que esté totalmente incorporado. Ponemos la leche colada y la mezcla de la leche con Maizena (os recomiendo pasarla por un colador fino, de esta manera evitamos que se haga ningún grumo). Añadimos el extracto de vainilla.
Ponemos todo en una cacerola, a fuego lento, y si dejar de remover, lo mantendremos hasta que veamos que se espesa.
Una vez tenga la textura que nos apetezca, retiramos del fuego, y moveremos durante un minuto más fuera de él.
Colocamos directamente en el recipiente en el que las vayamos a servir, y dejamos enfriar, primero a temperatura ambiente y posteriormente en la nevera.
Justo cuando las vayamos a consumir (no hacerlo nunca con antelación), le ponemos por encima abundante azúcar, y lo quemamos con un soplete hasta que quede totalmente caramelizado.
Si ponéis el azúcar con mucha antelación, en vez de quedaros una capa crujiente, os quedará totalmente líquido, es por ello que este paso no se hace hasta el último momento. Al utilizar el soplete solo se nos quemará la parte superior y la crema continuará estando fresquita.
Y ya la tenemos lista, espero que os guste tanto como a mí.
Y ya no nos vemos hasta el martes, que como ya empezamos el mes de junio, vendremos con una nueva entrega del reto de Laura Real, en su parte dulce, no os lo perdáis que estoy segura que os va a gustar.
Un beso enorme a todas/os.