A éstas alturas, los que me seguís desde el principio, ya sabréis que me gusta preparar todo tipo de recetas: unas más vistosas, otras más a la moda de hoy en día y otras de más tradicionales.
Y como alguno de vosotros vivís fuera de mi país, como por ejemplo en Argentina, Chile o Venezuela y no sé si conocéis o no los postres de aquí, ésta semana quiero presentaros uno muy típico de mi zona. Es la crema catalana, que como su nombre indica, es originaria de Cataluña, aunque ya es popular en toda la península. Puede que os suene también como un licor, pero éste está basado en el postre y no al revés.
Solo para daros un pequeño dato que me ha parecido interesante: se tiene constancia de la existencia de éste postre desde épocas medievales, allá por el siglo XIV. Así que está muy arraigado en nuestra gastronomía, como imaginareis. Antes era considerado un postre más bien para festividades, sobretodo para San José (en marzo), pero eso ya no es así: es accesible todo el año. Y me alegro de ello, puesto que es un dulce fabuloso y riquísimo. Así que he desempolvado la receta escrita a mano que tenía guardada desde que era pequeña y me he puesto a ello.
Para la elaboración más tradicional, la que yo recuerdo que se preparaba en mi casa, vamos a necesitar los siguientes ingredientes:
6 yemas de huevo
200 gr de azúcar
50 gr de maicena
750 ml de leche entera
piel de 1 limón
un puñado de azúcar para decorar
Vamos con la receta, os parece bien? Lo primero que vamos a hacer es poner en un cazo la leche (excepto un vaso que apartaremos antes) junto con la piel del limón. Acordaros de lavarlo antes y de procurar no cortar la parte blanca, ya que nos daría un toque amargo. Con el fuego a media potencia, vamos removiendo de vez en cuando sin que hierva y cuando arranque el burbujeo, tendremos que parar el fuego. Dejaremos infusionar la leche con la piel del limón durante unos 10 minutos más. Si está más rato no pasa nada, al contrario, adquirirá más sabor.
Pasado éste tiempo, mezclaremos en un bol las yemas de los huevos (las claras se pueden usar para otra cosita) con el azúcar. Aquí mismo, hay que poner un poco de la leche infusionada, que ya debe estar templada, para que el azúcar se disuelva completamente. Luego habrá que volver a ponerlo todo en el cazo, desechando ya la piel y calentarlo a fuego lento ésta vez (que no se queme!).
Mientras, os acordais del vaso de leche que habíamos apartado al principio? Pues hay que disolver la maicena en él. Ayudaros con un tenedor o una cuchara, para que no quede ningún grumo, por pequeño que sea. Y éste mejunje lo vamos a añadir al cazo. Sin dejar de remover con una cuchara de madera, esperaremos a que espese. Cuanto más rato esté al fuego, más va a espesar, y tened en cuenta que cuando se enfríe aún espesará más. Para mi, el punto perfecto para la crema catalana es en el que deja de ser líquida pero cae con fluidez, no a “tropezones” (para entonces ya está demasiado espesa), pero esto a vuestro gusto.
Es hora de servir en las tarrinas individuales. Lo más tradicional es que sean de barro, pero ponedlo donde queráis.
Cuando ya esté templado hay que ponerlo en la nevera al menos durante una hora y media….dos. Os recomiendo que tapeis con papel film cada una de ellas, para que no se haga corteza, pero no es obligatorio.
Antes de servir para comer bien fría, hay que hacerle la capa crocante tan característica. Poned un puñado de azúcar por todo lo alto y con la ayuda de un quemador de hierro de los de toda la vida, o con un soplete culinario, hay que tostarlo de manera uniforme (la “quemada”).
El azúcar se derrite convirtiéndose en caramelo que enseguida se endurece. Es la gracia de éste postre.
A mi me gusta comerme primero el crocante y después la crema, pero reconozco que la manera se degustar correctamente la crema catalana es rompiendo la capa crocante y mezclándola con la crema. Pero en cuanto la hagáis vosotros en casa, ya decidiréis como vais a comerla.
Ahora conocéis un poco de la gastronomía catalana, que es deliciosa. Espero que os haya gustado, y recordad en darle un toque dulce a vuestro día. Hasta la próxima golos@s!
Archivado en: Recetas Tagged: Crema catalana, crocante, quemada, tradicional