Ingredientes:
-4 yogures griegos naturales
-200 gr. de queso fresco cremoso -
-4 cucharadas de miel
-200 gr. de fresas (en este caso congeladas)
-200 gr. de mango
-2 cucharadas de zumo de limón
Para adornar:
-hojas de menta fresca
-rodajitas de fresa y de mango
Preparación:
Lo primero que haremos es preparar la crema. Trabajaremos el queso en una ondilla con la ayuda de una cuchara de madera. Para que quede cremoso no usaremos la batidora, mejor es batir a mano. Una vez tenemos el queso batido, iremos añadiendo el yogur poco a poco, seguiremos batiendo hasta que obtengamos una mezcla suave. Tapamos el cuenco que hemos empleado con papel film y lo metemos en la nevera durante cuatro horas para que se enfríe.
Mientras se enfría la crema, preparamos las dos salsas de frutas. Para ello descongelaremos las fresas, pelamos el mango y lo troceamos. Pasamos por la batidora cada una de las frutas, por separado, con una cucharada de zumo de limón (por cada salsa). Trituramos hasta obtener dos salsas cremosas y homogéneas.
Ahora cogeremos unos vasos y repartimos una cucharada de miel en el fondo de cada uno. Rellenamos a cucharadas con la crema de yogur sin llegar al borde, debemos dejar algo más de un centímetro para luego añadir la salsa de frutas y terminar de llenar el vaso. (Pondremos dos vasos con fresas y dos vasos con mango).
Para terminar le podemos dar un toque especial con unas rodajitas finas de mango y de fresas y unas hojas de menta. Si sobra algo de las salsas podemos servirlas en unos cuencos aparte para que una vez estemos degustando este riquisimo postre, le podemos dar más sabor a frutas.
La miel que utilicé para el vaso de mango es miel de palma, por eso es más oscura.