A la Condesa Du Barry le encantaba la coliflor, por aquel entonces ya conocía muchas de las propiedades de ésta y acabó aportando a la gastronomía un plato tan rico como éste.
Yo recomiendo elaboraciones con coliflor, ya que contiene un 85% de agua, es rica en potasio y tiene un bajo contenido en grasas e hidratos de carbono.
Ingredientes para 3 personas;
400 gramos de coliflor
100 gramos de harina
100 gramos de mantequilla
120 ml de nata (crema de leche)
2 puerros
1 litro – 1 litro y medio aprox de fondo blanco ( fondo de ave)
c/s de sal
c/s de pimienta blanca molida
Cocinamos al vapor la coliflor cortada en trozos.
En una cazuela introducimos la mantequilla, la derretimos y añadimos el puerro en mirepoix (dados grandes).
Cuando el puerro esté pochado, añadimos la harina y removemos con la varilla hasta mezclar bien.
Cocemos la mezcla un poco evitando así el sabor de harina cruda.
Añadimos el fondo blanco bien caliente sin dejar de batir, para evitar grumos.
A continuación añadimos la coliflor, tal cuál como la hemos cocido, a trozos.
Dejamos cocer a fuego bajo durante 15-20 minutos, que la coliflor se vaya ablandando hasta el punto en que hagas un poco de fuerza sobre la coliflor con una varilla y se deshaga.
Lo trituramos, lo pasamos por un colador (de malla o chino), lo introducimos de nuevo en otra cazuela.
Le damos un hervor, y añadimos la nata (crema de leche).
Una vez hecho ésto añadimos sal y pimienta y lo vamos probando hasta que esté a nuestro gusto.
Este plato se sirve bien caliente y decorado, como en mi caso con una hojita de tomillo de las que mi padre me regaló de una de sus excursiones al Barranc del Sinc.
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