Con esta receta me presento al concurso "Comida para llevar... de excursión" de la página de Los inventos de Carmela.
75 g. de mantequilla
75 g. de aceite de oliva
200 g. de harina
800 ml. de leche
200 g. de jamón serrano en dados pequeños
200 g. de queso azul
Sal
En una cacerola grande ponemos el aceite y la mantequilla a calentar. Cuando esté caliente añadimos la harina y removemos hasta que esté dorada. Echamos poco a poco la leche caliente sin dejar de remover, echamos una pizca de sal y seguimos removiendo hasta que espese. A continuación apartamos del fuego, añadimos el jamón y el queso cortado en dados y removemos todo bien. Dejamos reposar en la nevera hasta que esté frío (mejor de un día para otro).
Sacamos la masa de la nevera y hacemos bolitas que rebozaremos en huevo y pan rallado dándoles la forma que prefiramos, más redondas o más alargadas. Freimos en aceite caliente y listo.
Un par de consejos:
Si queréis que las croquetas no se abran podéis congelarlas y freírlas en aceite muy caliente.
Como esta receta es para llevar, seguro que os lleváis una sorpresa al probar las croquetas frías, ¡están buenísimas!