La mejor forma de aprovechar los restos de comida (esos dos trozos de pollo guisado, la cola de pescado, etc....) son las croquetas.
Desde niña me han encantado las croquetas, de cualquier cosa, incluso sólo de bechamel. También las de compra, pero no se pueden comparar con las que podemos hacer en casa.
INGREDIENTES:
1 l. leche
200gr. harina
Margarina
Nuez moscada molida
Sal gorda
Aceite de oliva
Aceite de girasol
ELABORACIÓN:
En un cazo ponemos un buen trozo de margarina y un chorro de aceite de oliva. Cuando tengamos la margarina derretida, echamos el harina y la rehogamos bien, le añadimos un puñado de sal, una pizca de nuez moscada y la leche. Empezamos a revolver y no dejamos de hacerlo hasta que espese bien la masa. Si nos queda con grumos podemos pasar la batidora, para que quede cremosa.
Quitamos el cazo del fuego y le añadimos el mondongo que queramos (pollo, jamón, queso, bonito, palitos de cangrejo...). Los servimos en una fuente y dejamos enfriar como mínimo una hora.
Para hacer la forma, se puede hacer con las manos o también con dos cucharas, pasando de una a otra.
Para rebozarlas se bate un huevo en un plato y en otro ponemos pan rallado. Pasamos las croquetas, primero por el huevo y luego por el pan y las freímos en abundante aceite de girasol bien caliente.
CONSEJOS ÚTILES:
El chorrito de aceite que echamos en la margarina es para que no se queme esta. Debemos freírla bien, hasta que coja un color tostado y que chupe bien todo el aceite.
La leche se debe echar toda de golpe y no podemos dejar de revolver, para que no se formen grumos.
Si queremos que sean más cremosas, les podemos echar en la masa un par de quesitos.
Yo suelo hacer dos clases de croquetas cada vez. Reparto la masa en dos y le añado distintas cosas: Esta vez, las hice de pollo con un poco que me sobró del día anterior y un poco de pescado con palitos de cangrejo. Y después las congelé en paquetes bien diferenciados y así tengo croquetas para varias veces.