INGREDIENTES (unas 16 croquetas)
200 grs de restos de pollo del cocido
50 grs de restos de jamón del cocido
500 ml de leche
30 grs de mantequilla
40 grs de harina
1/2 cebolla
Pimienta y nuez moscada
PREPARACIÓN
Picamos la cebolla muy fina y la pochamos con un poquito de aceite de oliva.
Añadimos la mantequilla. Cuando esté derretida incorporamos la harina y la sofreímos un par de minutos para que luego nuestra masa no sepa a harina cruda.
A continuación, incorporamos la leche caliente poco a poco y sin parar de remover (a fuego medio), añadiendo más leche conforme esta se vaya integrando.
Una vez que ya está toda la leche integrada y no tenemos grumos, añadimos los restos de pollo y jamón, salpimentamos y añadimos un poco de nuez moscada. Dejamos cocinar toda la mezcla a fuego medio un par de minutos más. Nos tiene que quedar una textura no líquida pero tampoco muy espesa (al enfríar cogerá más consistencia).
Ponemos la masa en un recipiente, cubrimos con papel film y lo llevamos al frigorífico durante toda la noche.
Al día siguiente, cogemos un poco de masa y le damos forma con las manos engrasadas con un poco de aceite (esto hará que no se nos pegue tanto a las manos) o con un par de cucharas. Pasamos cada croqueta por huevo y pan rallado.
Freímos en abundante aceite y las vamos colocando sobre papel absorbente para eliminar el exceso.