Apañan un montón, tapa, aperitivo, entrante, principal, para el picnic, para picar, de resopón, ... y tienen la virtud de gustar a casi todo el mundo, niños incluidos, lo cual es una gran ventaja.
Hoy traemos unas de espinacas, pasas y piñones con dos alternativas de cocción, la fritura tradicional y el horno, en ambos casos crujiente rebozado exterior y suave y cremoso interior.
Si te gustan más tradicionales puedes curiosear estas otras de rustido, las Croquetas de la Reme.
Ingredientes
300 g de espinacas
1 cebolleta tierna mediana
3 dientes de ajo confitados (*)
2 cucharadas de pasas
1 cucharada de piñones
ralladura de piel de limón
sal, pimienta negra
Para la bechamel
50 g de harina
200 ml de leche
30 ml de aceite de oliva
una pizca de nuez moscada
Para el rebozado
huevo batido
pan rallado
Con estas cantidades han salido 30 croquetas.
(*) Los ajos confitados se pueden sustituir por un diente de ajo fresco, que se pochará junto a la cebolleta.
Preparación
Lavar y limpiar las espinacas. Picarlas a cuchillo para que queden trozos más o menos iguales. Reservar.
Picar la cebolleta tierna en trocitos pequeños.
Colocar una sartén al fuego con 2 ó 3 cucharadas de aceite y pochar la cebolleta. Salpimentar. Cuando empiece a tomar color añadir las pasas y dejar que se hinchen ligeramente.
Añadir los piñones y los ajos confitados, chafarlos y remover.
Añadir las espinacas, ir removiendo poco a poco para que se mezclen bien todos los ingredientes. En un par de minutos más o menos las espinacas habrán perdido su volumen inicial y la mezcla será homogénea. Apartarla hacia el exterior de la sartén y verter el aceite para la bechamel en el centro. Añadir la harina, mezclar bien y cocerla durante un par de minutos. Verter la leche, remover bien toda la mezcla hasta que ligue.
Condimentar con una pizca de nuez moscada. Dejar cocer, removiendo continuamente hasta que la masa se espese y se compacte. En ese punto se va despegando de las paredes. Retirar y dejar enfriar.
Untar las manos con un poco de aceite, para evitar que la masa se pegue, y formar bolitas.
Batir el huevo y disponer en otro plato el pan rallado.
Pasar las bolitas primero por el huevo y después por el pan rallado. Aquí les hemos aplicado un doble rebozado, así que volver a pasarlas por el huevo batido y después por el pan. Ya tenemos las croquetas casi a punto.
Para acabarlas os ofrecemos dos posibilidades: la fritura tradicional y la cocción al horno. En ambas opciones el objetivo es el mismo, un rebozado exterior crujiente y un interior suave y cremoso.
En el primer caso colocar un cazo o sartén al fuego con abundante aceite. Esperar a que esté muy caliente y freír las croquetas, dándoles la vuelta en pocos segundos para evitar que se nos quemen. Retirar con la espumadera y escurrir en un plato con papel de cocina. Freír pocas unidades a la vez para intentar que la temperatura del aceite se mantenga constante.
En el segundo caso, con horno precalentado previamente a 200º, hornear las croquetas durante unos 10 minutos aproximadamente, sin perder de vista la evolución.
Al no absorber aceite son más ligeras que las tradicionales.
Con esta receta participamos en el reto de La cocina typical spanish, la propuesta de este mes #croqueteandoTS.