A mi me gustan de todos los sabores y colores, pero la verdad es que yo sola no las he hecho nunca, porque hacer bechamele no es lo mio...a mi madre le sale mucho mejor, así que yo suelo hacer de pinche. Esta vez he intentado tener un papel más activo, pero con su supervisión, y la verdad es que han quedado unas croquetas muy buenas. Mi madre nunca pesa los ingredientes, lo va haciendo a ojillo hasta que la bechamele tiene la consistencia que a ella le parece correcta. Intenté pesar todo antes de hacer las croquetas, así que las cantidades no son exactas pero si muy aproximadas.
La idea de los ingredientes la saqué de una pizza, si, de una pizza que probé en Madrid en una visita a mi hermano. Y me gustó tanto que pensé...si queda bien en una pizza porqué no en unas croquetas. La mezcla dulce-salado de la pera y el queso queda muy buena, os animo a probar
Ingredientes
Para las croquetas
60 ml de aceite de oliva60 g de harina
500 ml de leche
1 pera
50g de nueces
1/2 rulo de queso de cabra
Sal
Nuez moscada
Para el rebozado
Harina2 huevos batidos
Pan rallado
Aceite de oliva
Pasos
Primero vamos a tener los los ingredientes del relleno preparados, para añadirlos a la bechamel cuando esté lista. Picamos las nueces en trozos muy pequeños. Como no son muy duras, yo lo hago a mano. Picamos también el queso de cabra, yo le quito la corteza. Por último picamos la pera en trozos muy pequeños y la pasamos por la sartén hasta que esté tierna.Ahora pasamos a hacer la bechamel. Ponemos el aceite en una sartén y cuando esté caliente añadimos la harina y rehogamos bien. la harina se tiene que cocinar, ya que si no quedará una masa con sabor a harina cruda. A continuación Vamos añadiendo la leche poco a poco, sin dejar de remover para que no salgan bolas. Añadimos también la sal y la nuez moscada. Por último añadimos la pera, el queso y las nueces y removemos para que quede todo bien integrado. Cuando la masa tenga una textura sólida la retiramos del fuego y la dejamos enfriar. Yo la paso a un plato para poder manejarla mejor.
Con la masa fría hacemos porciones y le damos forma con la mano. Yo parto la masa a lo largo y luego de vuelvo a partir cada tira en porciones, que serán cada croqueta.
Cuando tenemos las croquetas preparadas, las pasamos por harina, huevo y pan rallado. ya sólo queda freírlas. Echamos abundante aceite de oliva en una sartén y, cuando esté muy caliente, freímos las croquetas hasta que queden doradas. Una vez listas, las sacamos a un plato con papel absorbente para que suelten el exceso de aceite.
Ya sólo queda la mejor parte ¡Disfrutar de ellas!
Lo bueno de las croquetas es que admiten todo tipo de relleno, desde las clásicas de jamón o pollo, hasta cualquier cosa que se nos pueda ocurrir. Estoy segura de que este mes encontraremos un motón de propuestas originales, así que os animo a que visitéis el resto de blogs del desafío