Personalmente cuando preparo un postre por primera vez me suelo decantar por la versión tradicional, así una vez probada ya puedes cambiar a tu gusto lo que te parezca.
La tarta es tremendamente sencilla, la masa no tiene ninguna ciencia y el relleno ya veis… menos aun. Podeis prepararla en un santiamén y tener una merienda ideal con la que sorprender a alguna visita.
Vamos con la receta.
Ingredientes;
150 gr de mantequilla fría
350 gr de harina
100 gr de azúcar
2 huevos pequeños
1 cucharadita de levadura
mermelada de fresa
Con un robot de cocina preparamos la masa mezclando todos los ingredientes ( a excepción de la mermelada)
Si lo fueramos hacer a mano mezclariamos primero la mantequilla con la harina, preparando una especie de migas, luego añadiríamos el azúcar y finalmente los huevos.
La masa que nos tiene que quedar no se pega a las manos, si lo hace añadir mas azúcar (dependerá del tamaño de los huevos que necesite o no mas harina, si los huevos son grandes quizás con uno sea suficiente)
Dividimos la masa en dos y estiramos una parte, forramos el molde que vamos a utilizar y lo rellenamos de mermelada, pero sin pasarnos.
Estiramos la otra parte de la masa y cortamos tiras, las vamos colocando sobre la tarta como veis en la foto para que quede la bonita forma de la crostata. Cuidamos un poquito los bordes para que queden bastos pero unidos y la llevamos al horno 180 gr durante unos 30 min.
La tarta es deliciosa, es una especie de galleta de mantequilla con mermelada, por eso os digo que quedaría ideal para una merienda. Me ha gustado mucho
Y ahora como siempre os dejo el enlace al desafío para que veáis las maravillosas Crostatas que han preparado mis compañer@s del desafío AQUI.