Escuche a alguien decir que “si la vida te da limones hacé limonada” pero yo diría que si me da limones hago cuadraditos de limón.
Son perfectos para la hora del te o para engalanar una mesa dulce.
Una golosina irresistible con una base crujiente y un cremoso relleno con la medida justa de acidez y dulzor .
Son tan fáciles de hacer que no lo van a poder creer, hasta un inexperto en la cocina podrá prepararlos con éxito.
El secreto está en forrar el molde que se use con papel para horno bien enmantecado o usar moldes de silicona que resultan muy prácticos en la cocina aunque estos también deberán enmantecarse muy bien para que la preparación se desmolde perfectamente sin complicaciones .
Ademas para asegurar el éxito deberán dejar enfriar muy bien el pastel antes de desmoldar y cortar.
Sean generosos con la capa de azúcar impalpable que espolvoreen sobre los cuadraditos asì de esta manera le darán un toque extra de dulzor y se verán preciosos al presentarlos en la mesa.
Ingredientes
Para la base:
200 gramos de manteca fría
80 gramos de azúcar
250 gramos de harina
Para el relleno:
4 huevos enteros
1 taza de azúcar
1/2 taza de harina
1 cucharadita de polvo de hornear
Jugo de 2 limones
Rallada de 1 limón
Procesar la manteca, la harina y el azúcar hasta obtener una mezcla granulada.
En un molde rectangular forrado con papel enmantecado distribuir la mezcla presionando con la mano o con una cuchara cubriendo todo el fondo del molde.
Precocinar la masa en un horno a 180 grados centígrados por aproximadamente 15 minutos .
Mientras cocinan la base preparar el relleno.
Mezclar los huevos con el azúcar, la harina, polvo de hornear , ralladura y jugo de limón. No hay necesidad de batir ya que no queremos añadir aire a la mezcla.
Luego sacar del horno y volcar la preparación de huevos y jugo de limón sobre la base precocida aún caliente.
Llevar nuevamente al horno por aproximadamente 20 minutos a 160 grados centígrados. Deberan cocinarlos hasta que noten los bordes apenas dorados y si el centro aun no esta firme solo bastara que esperen a que se enfrie y tomara la consistencia adecuada.
Esperar a que enfríe bien para luego desmoldar y cortar en cuadrados. Espolvorear con azúcar impalpable.