Desde hace unos años se ha hecho popular el consumo de semillas por los valiosos aceites que contienen, tan importantes para nuestra salud.
Además las semillas aportan nutrientes muy valiosos que contribuyen a que el cuerpo funcione de manera equilibrada, especialmente en lo que se refiere a nuestras hormonas.
Hay una gran variedad de semillas, pero hoy te hablaré de los beneficios de las más poderosas y populares: la chía, el girasol, el lino, el sésamo y las semillas de calabaza.Semillas de girasol
Dentro de las virtudes del girasol se encuentra su alto contenido en fósforo y magnesio. También aporta vitamina E, que tienen antioxidantes y es protectora de ácidos grasos. Así también sirve como reguladora del colesterol y actúa como vasodilatador. Se pueden comer solas, molidas, en ensaladas, panes, preparados y yogures.
Semillas de Chía
Es la semilla con mayor porcentaje de ácidos grasos esenciales. Se recomienda consumir las semillas “activadas”, para eso, hay que sumergirlas unos minutos en agua. Es rica en potasio, fósforo y magnesio, así como también en calcio. La chía es una importante fuente de vitaminas B y su consumo contribuye a reducir el colesterol en sangre. Importante: recuerde masticar muy bien la semilla o idealmente molerla, de lo contrario no se podrá metabolizar.
Semillas de Lino
Muy similar a la chía por el predominio de omega 3 por sobre los ácidos grasos omega 6. Posee una gran cantidad de fibra, lo que significa que son ideales para garantizar el buen funcionamiento del intestino- También aportan vitamina E y B. El lino es muy recomendado para las mujeres embarazadas por su alto contenido de ácido fólico, útil en el desarrollo fetal.Semillas de calabaza
Destacan por su aporte nutricional de fibra y de antioxidantes naturales como la vitamina A y E, así como vitaminas del grupo B, que equilibran el sistema nervioso.
Además también contienen minerales importantes para nuestro organismo como el Zinc, que nos ayuda en el correcto funcionamiento de nuestro sistema inmunológico.
En Naturopatía se recomienda su uso para facilitar la eliminación de parásitos intestinales, gracias a su contenido en cucurbitina, un aminoácido que además contribuye a regular la salud de la próstata.
¿Cómo puedo consumirlas?
Las puedes consumir tal cual las compras, agregándolas a tu yogur, sobre las ensaladas o sopas.
Puedes ponerlas en tus panes y galletas, ya sea molidas o enteras.
Puedes molerlas y agregarlas a tus batidos o smooties:
¿Es necesario "activar" las semillas?
Primero vos a contarte de qué se trata, es decir que hacemos para "activar" las semillas.
Simplemente las cubrimos con agua y las dejamos de 5 a 8 horas. Las semillas se van a hinchar (algunas más que otras) y algunas desprenderán una especie de gel como las de chía o lino.
Cuando ponemos una semilla en agua esta se "activa", es decir sale de su letargo y comienza su proceso de germinación.
Cuando se activa suceden tres cosas: primeramente se desprende de los tóxicos (una protección contra los animales que intentan comérselas).
Segundo se libera de los inhibidores enzimáticos que la mantenían dormida y libera el arsenal de enzimas.
Esto hace que no solo aprovechemos mejor sus nutrientes, sino que además las hace más fáciles de digerir.