Nunca había hecho un pan con una elaboración tan lenta como la de este.
Es una receta del panadero Iban Yarza, el cual recomendaba hacer este pan sin amasar, con muy poquita levadura y con un reposo de 24 horas.
Era un poquito escéptica en cuanto al resultado final, pero tengo que reconocer que me ha salido un pan imponente.
No sé si así lo consideraréis vosotros pues solo podéis ver lo que las fotos os muestran. Pero os aseguro, que tiene una corteza crujiente y una miga deliciosa...
Esto de hacer panes se va a convertir en una practica habitual, pues forma parte de un reto en el que nos hemos implicado un grupo de blogueros bajo el reto del #Elpanperfecto
Y no sé si llamarlo perfecto, pero riquísimo si que es.
Os voy a explicar la receta tal cual la saqué de las explicaciones de Iban, puede sorprenderos la forma de horneado. A mi me sorprendió, pero el resultado me ha demostrado que hice bien en seguir sus consejos jejeje.
INGREDIENTES:
250 gr de harina de trigo
165 gr de agua
1 cucharadita de sal
3 gr de levadura fresca
Mix de semillas para adornar
PREPARACIÓN:
Ponemos la harina y la levadura desmigada en un recipiente grande.
Agregamos el agua y la sal, mezclamos con una cuchara de madera hasta que esté todo bien integrado. Tapamos el recipiente con film y dejamos a temperatura ambiente un par de horas y luego guardamos en la nevera durante unas 20 horas.
Al día siguiente sacamos la masa y dejamos que se atempere durante un par de horas.
Sacamos la masa a la encimera y damos forma de pan. Estará muy pegajosa, nos podemos ayudar con algo de harina en la encimera y en las manos.
Ponemos las semillas sobre la superficie y dejamos reposar una hora a temperatura ambiente.
Precalentamos el horno con calor arriba y bajo a 250º. Metemos el pan durante diez minutos y apagamos el horno dejando el pan dentro otros diez minutos.
Volvemos a encender el horno a 200º y seguimos horneando nuestro pan 30 o 35 minutos más. Apagamos y dejamos dentro del horno diez minutos antes de sacarlo y dejar enfriar en una rejilla.
Ponemos la harina y la levadura desmigada en un recipiente.
Agregamos el agua y la sal.
Mezclamos con una cuchara de madera y dejamos reposar un par de horas a temperatura ambiente. Luego metemos el recipiente tapado con film transparente en la nevera durante 20 horas.
Pasadas las 20 horas, sacamos la masa de la nevera y dejamos fuera dos horas mas o menos para que se atempere
Sacamos la masa y amasamos ligeramente, lo justo para darle forma redonda. Notaréis que la masa es pegajosa, pero es normal. Podemos ponernos un poco de harina en las manos o bien humedecerlas.
Yo he usado este mix de semillas que encontré en Mercadona. Trae sésamo, pipas de calabaza, de amapola...
Le ponemos semillas por encima y dejamos reposar en un sitio sin corriente otra horita más.
Y al horno. Seguid bien las instrucciones de horneado que os doy arriba.
¡ Pedazo de pan! Os aseguro que estaba im-pre-sio-nan-te
¡Que bonito me ha quedado!