He empezado por la primera receta del libro, y se trata de un pan, que como su nombre indica, es sin amasado. Sí, sí!! Sin necesidad de amasar! Cuando lo vi no me lo creía, pero comprobado esta, así que doy fe de ello!
Es un libro estupendo para los amantes del pan ya que las explicaciones son muy detalladas (ingredientes, fermentación, utensilios, masa madre...) y hace mucho más sencillo la elaboración de éste!! Sin duda, si os gusta el mundo del pan, no puede faltar en vuestra estantería!!
Para los que os iniciáis en este mundo, es el pan perfecto para experimentar!! La elaboración de este pan es muy sencilla ya que solo requiere reposo. Tal y como dice Ibán Yarza, "este pan nos enseña que el reposo hace el pan: da sabor y facilita su amasado". Un pan casero, con ingredientes naturales y sencillo a la hora de elaborar, ¿que más podemos pedir?.
Los tres puntos clave, a tener en cuenta para esta receta son: bastante agua en la masa (no os asustéis si la masa queda muy pegajosa, es lo que queremos conseguir), un día de reposo en la nevera y un horneado generoso.
Siguiendo estos tres pasos nos saldrá un pan perfecto y delicioso. A la hora de darle forma es muy sencillo ya que solo hay que cortar la masa en dos partes largas del mismo tamaño, decorarlas como más nos apetezca (yo he usado una mezcla de semillas) y retorcer cada trozo de masa sobre sí misma dandole forma helicoidal.
Para el tiempo de reposo, lo que yo hice es hacer la masa la noche anterior y dejarla reposar durante toda la noche en la nevera sin preocuparse por ella.
Pan sin amasado {de Ibán Yarza }
Tiempo total: 7 minutos de preparación + 12 horas de reposo (mínimo) + 35 minutos de horneado Para dos barras de pan
Ingredientes
475gr de harina
25gr de harina integral
330gr de agua
10gr de sal
5gr de levadura fresca
100-150gr de mezcla de semillas (pipas de girasol, calabaza, sésamo, lino...)Elaboración
En un cuenco disolvemos la levadura en un poco de agua tibia (a unos 25ºC). Añadiremos el resto de ingredientes, excepto las semillas y los mezclaremos enérgicamente con una mano. Nos quedará una masa pegajosa. Si no lo estuviera habría que añadir un poco más de agua. Dejaremos que repose 5 minutos en el cuenco (lo que queremos es meter la masa en la nevera con la fermentación iniciada). Doblaremos la masa de la siguiente manera: cogeremos la masa con la mano como si fuera una pala, la estiraremos con cuidado y la doblaremos sobre sí misma.
Cubriremos el cuenco con film transparente para que la masa no se seque y lo introduciremos en la nevera mínimo 12 horas. (Yo hice la masa la noche anterior y la dejé toda la noche en la nevera).
Al día siguiente, la masa habrá ganado volumen. Si no fuera así, la dejaremos a temperatura ambiente durante una hora. Con cuidado daremos la vuelta al cuenco y pondremos la masa sobre una superficie enharinada. Con la ayuda de una rasqueta o si no disponemos de ella con nuestras manos formaremos un rectángulo con la masa y lo cortaremos en dos piezas largas del mismo tamaño.
Prepararemos una bandeja de horno forrada con papel de hornear.
Para decorar las barras, pondremos las semillas en un plato largo. Humedeceremos un paño de cocina y dispondremos cada pieza de masa sobre el paño y seguidamente sobre la mezcla de semillas para que estas queden pegadas.
Colocaremos cada pieza sobre la placa de horno, con cierta distancia entre ellas y con delicadeza, retorceremos las barras sobre sí mismas hasta formar un pan de forma helicoidal. Os recomiendo que este paso lo hagáis rápidamente, dadle forma sin miedo, porque la masa es muy pegajosa y una vez toque el papel de hornear se os pegará.
Dejaremos fermentar las barras en un lugar cálido y sin corriente de aire durante unas horas hasta que crezcan.
Calentaremos el horno a 250ºC. Colocaremos una bandeja de metal en el fondo del horno. Meteremos las barras en el horno y le daremos un golpe de vapor (para que nos quede una corteza crujiente) metiendo medio vaso de agua en la bandeja metálica ya caliente. Transcurridos 10 minutos bajaremos la temperatura a 190ºC (en el libro pone a 220ºC, pero en mi caso se hubieran hecho demasiado) y continuaremos la cocción durante 25 minutos más o hasta que las barras estén bien doradas. Para conseguir una corteza aún más crujiente, apagaremos el horno y dejaremos las barras dentro de éste que reposen en el interior otros 20 minutos, con la puerta entreabierta. Y listo!!
A disfrutar de un delicioso pan!! Esta receta nos enseña que el reposo amasa. Además la nevera da calidad al pan; le otorga aroma, sabor, estructura de la miga y corteza.
Espero que os guste y os animéis a preparar esta receta. Aunque requiera mucho tiempo, lo agradeceréis con el resultado. Es un pan delicioso, con una miga jugosa y una corteza crujiente. Además las semillas le dan un toque delicioso. Un auténtico pan de panadería!!
Un saludo.
Elena