Es la primera receta que encuentras en el libro Pan Casero de Ibán Yarza que recomendamos hace tiempo y que se ha convertido en un clásico sólo unos meses después de su publicación.
La noche anterior mezclamos el agua con la harina, la sal y una pizca de levadura. Dejamos toda la noche que se conozcan y por la mañana le damos forma y calor. Es magia pura.
Ahora que estamos en tiempo de regalos haz feliz a alguien y regálaselo.
Eso, no seas borde y haz magia
Ingredientes:
500 gr de harina de trigo corriente (en este caso Hacendado todo uso)
400 ml de agua
1 cucharadita de sal
5 gr de levadura fresca de panadero
Preparación:
La noche anterior en un cuenco grande mezclamos la harina con la levadura desmigando esta última, añadimos el agua y la sal y mezclamos todo con ayuda de una paleta. No hay que amasar, sólo mezclar hasta que se han incorporado los ingredientes.
Tapamos el cuenco con film o con su tapa, y dejamos toda la noche reposar. Ibán recomienda dejar un rato a temperatura ambiente y una vez iniciada la fermentación meter en la nevera. Como mi nevera está a 2ºC y estamos en otoño lo dejé toda la noche en la encimera de la cocina y fue perfecto.
Por la mañana habrá crecido mucho y olerá a pura vida. Si ha estado en la nevera la sacamos y la dejamos un par de horas a temperatura ambiente. En mi caso directamente.
Enharinamos la encimera generosamente, has visto que tiene un 80% de hidratación y por tanto es muy pegajosa. Con ayuda de una rasqueta plegamos la masa 3 o 4 veces en diferentes sentidos. Damos forma de rectángulo y la dividimos en dos a lo largo.
Espolvoreamos bien con harina y trasladamos con cuidado a la bandeja de horno. Tapamos con un paño y dejamos crecer una hora más.
Cuando falte media hora calentamos el horno a 250ºC, horneamos 45 minutos con vapor, transcurridos 25 minutos bajamos la temperatura a 220ºC. Si tu horno no tiene función vapor combinado al introducir el pan vaporiza agua contra las paredes con ayuda de un pulverizador. Repite a los diez minutos más o menos. Esto hará una corteza espectacular.No hice ningún corte y una hogaza se abrió como ves y la otra más fea, la próxima vez haré un corte a lo largo para evitar sorpresas.
Si tienes una piedra de horno o una chapa de acero introducela al horno al precalentar y traslada las barras directamente a la piedra o la chapa cuando estén calientes. El ideal es poner las barras a crecer sobre una tabla enharinada y luego dejar que se deslicen sobre la chapa o piedra, son muy blandas y es difícil manejarlas de otra forma.
Transcurrido el tiempo a enfriar sobre una rejilla y a flipar. ¡Mira que miga!
Y otra, es tan bonito que dan ganas de hacer un poster.
Anímate que cualquiera puede hacerlo, y si no sale a la primera saldrá a la segunda, no renuncies a comer buen pan.
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