Si el mes pasado el pan que preparé fue el más sencillo del mundo, éste mes la sencillez no le va detrás. Este mes en el reto de #panarras o #elpanperfecto nos toca hacer un pan sin amasado… así sin más ni más. Cada uno debe hacer el suyo. He encontrado alguna receta con tomates secos y romero. Uhmmm que rico, pero antes de empezar con estos nuevos sabores he decidido probar algo mucho más sencillo y desde luego que es sencillo ¡No tiene ná de faena! Parece mentira que un pan pueda ser tan fácil.
Esta receta la he copiado de un blog que se llama Ya estamos en casita y que cuenta que es la primera receta que se encuentra en el libro "Pan casero de Ibán Yarza". No sé quién es este autor porque soy bastante novata en este tema del pan, pero bueno, lo aplaudo.
He hecho esta receta pero poniendo más levadura que la que decía (decía 5 gramos). También, le he subido la cantidad de sal porque me ha parecido que quedaba un poco soso con la cantidad que ponía.
Ingredientes:
- 500 g de harina de trigo corriente
- 400 mililitros de agua
- 1 cucharada de sal
- 10 gramos de levadura fresca de panadero
Preparación:
- La noche anterior en un cuenco grande mezclamos la harina con la levadura desmigando esta última, añadimos el agua y la sal
y mezclamos todo con ayuda de una paleta. No hay que amasar, sólo mezclar hasta que se han incorporado los ingredientes.
- Tapar con film transparente
- Dejar un rato (alrededor de una hora) a temperatura ambiente y una vez iniciada la fermentación meter en la nevera. Por la mañana habrá crecido mucho, la sacamos y la dejamos un par de horas a temperatura ambiente.
- Enharinamos la encimera generosamente, ya que es una masa muy pegajosa. Con ayuda de una rasqueta plegamos la masa 3 o 4 veces en diferentes sentidos.
Damos forma de rectángulo y la dividimos en dos a lo largo.
- Espolvoreamos bien con harina y trasladamos con cuidado a la bandeja de horno, en la que habremos puesto papel de horno. Tapamos con un paño y dejamos crecer una hora más.
- Cuando falte media hora calentamos el horno a 250ºC, horneamos 45 minutos con vapor, transcurridos 25 minutos bajamos la temperatura a 220ºC.
- Darle al pan unos cortes .
- Si en tu horno no tienes la función vapor, al introducir el pan vaporiza agua contra las paredes con ayuda de un pulverizador. Repite a los diez minutos más o menos. Esto hará una corteza espectacular.
- Transcurrido el tiempo saca el pan y ponlo a enfriar sobre una rejilla y a disfrutar.
Mi opinión: Aunque ocupa muchos tiempos de espera, es muy fácil de hacer, y queda un pan rústico genial.