El otro día cuando subía las chapatas os decía que ya tenía otro a punto de entrar en el horno ;) y aquí lo tengo, un pan indescriptible que puede hacer CUALQUIERA, si si, así como lo has leido, cualquiera. Y es que este pan no hace falta ni amasarlo, es cuestión de mezclar los ingredientes con las manos (a lo bruto) y luego darle unos pliegues…. Ainsss ojalá hubiera tenido yo esta receta la primera vez que hice pan…. vale, me corrijo, la primera vez que “intenté” hacer pan. Porque sinceramente tardé lo mío en hacerme con las masas y mi primer pan comestible lo hizo la panificadora jeje.
En fin, que para todos aquellos que siempre me decís que os gustaría hacer pan pero que no os atrevéis, me he animado a preparar esta receta (del inigualable Iban Yarza) para enseñaros que no teneis de que tener miedo, este sale o sale… además os dejo un enlace de un video de Iban preparándolo aquí, por si no creéis que sea tan sencillo.
El pan está bueno a pesar de su sencilla elaboración? pues era mi duda antes de prepararlo y tengo que decir que me ha dejado sin palabras, si no me contengo me como las dos barras así a palo seco. Es un pan crujiente con una miga deliciosa y la mezcla de semillas (de la que podéis prescindir si queréis) es una pasada. De verdad, para este no hay escusas, tenéis que hacerlo.
Ingredientes; 475gr de harina de trigo blanco, 25gr de harina de trigo integral (no pasa nada si la poneis toda blanca), 330gr de agua, 5 gr de levadura y 10gr de sal. Para decorar 150gr de semillas variadas (en la zona de productos ecologicos las venden en bolsas así ya mezcladas).
Ponemos todos los ingredientes (menos las semillas) en un bol y con una mano, en forma de garra, mezclamos los ingredientes. Obtendremos una masa muy pegajosa, pero no pasa nada, es así. Nos limpiamos las manos y la dejamos reposar 5 min.
Pasado ese tiempo con la mano como una pala, cogemos partes de la masa y las plegamos sobre ella misma. Es dificil deciros como, se supone que se hacen 5 pliegues, pero en el libro sin embargo solo hace uno de la mitad sobre si mismo, así que seguro que hagamos como lo hagamos sale. Dejamos reposar otros 5-min y volvemos a repetir la operación.
Dejamos media horita a temperatura ambiente para que comience la fermentación y luego metemos la masa en la nevera (tapada con un film para que no se seque) un mínimo de 12 horas.
Al día siguiente con mucho cuidado para no desgasificarla (algo que a mi me resulta imposible en masas con levadura) volcamos la masa sobre la encimera bien enharinada. Formamos con la masa un rectangulo (sin estirar, solo con la mano y cuidado) De estos rectangulos cortamos 2 piezas alargadas.
Disponemos un trapo empapado en agua y una bandeja alargada con las semillas.
Con cuidado para no desgarrar la masa cogemos cada una de las piezas (podemos cogerlas como si fuera un acordeon, así nos será mas fácil) las pasamos por el trapo humedo y luego por la mezcla de semillas. De ahí las llevamos al papel de hornear. En este momento enroscamos el pan por los extremos y así conseguimos que tenga un poco de forma.
Las dejaremos 1 horita mas o hasta que vuelvan a estar hinchadas y llenas de aire.
Cocemos nuestro pan en el horno precalentado 230º durante los primeros 10min (en los que también pondremos un bol con agua) y después sacamos el bol y bajamos a 200º, cocemos 25min mas.
Finalmente cuando esté listo abrimos un poquito la puerta del horno (ya apagado) y lo dejamos dentro otros 20min.
Y ya está, solo queda contenerse para no devorarlo en el momento.