Los grandes chefs conocen cómo mejoran según qué recetas al añadirles té, y no cesan de experimentar con él en sus platos, ya que el té es una hierba aromática con un sabor muy personal que se emplea en la elaboración de postres pero también para cocinar todo tipo de platos.
Existen infinitas posibilidades culinarias porque además -y al contrario de lo que suele suceder con otras hierbas aromáticas- existen distintos tipos de té con las que conseguir distintos resultados en las mezclas de sabores. Así que si quieres conocer más información sobre variedades de té continua aquí.
Para controlar mejor los resultados lo más idóneo es usar el té en infusión también a la hora de cocinar, de este modo se controla el sabor, su uniformidad. El té es ideal para alargar y dar sabor a caldos de verduras o para complementar los zumos de frutas, y en estos casos los tés más adecuados son el blanco y el verde.
El té triunfa en la elaboración de platos dulces y salados
Pero el té no sirve solo para aromatizar los platos si no que se puede usar en la ebullición junto a hortalizas y verduras, de este modo nos podemos aprovechar de todas sus propiedades.
Cuando se usa para aromatizar platos es mejor hacerlo con aquellos que comúnmente se aromatizaban con hierbabuena, anís o menta, pero conviene empezar usando una variedad de té conocida e ir incorporando poco a poco. Los resultados son muy sugerentes, pero cambian mucho en función de cada variedad.
Donde el té triunfa como pocos es en la repostería, aunque el té frío es también excelente para en la elaboración de helados. Por ejemplo, una pizca de té verde en la elaboración de una crema dulce le agrega un toque muy personal, mientras que en la elaboración de granizados supone una explosión de sabor además de una fuente de energía.
El té Matcha es uno de los más sabrosos y en base a él se suelen realizar los platos de repostería como las galletas, brownies y hasta batidos de frutos, auténticas delicias que se pueden hacer en casa para disfrutar de un sabor único así como de todas las propiedades de esta planta milenaria de la que hay mucho por descubrir.
Conviene, eso sí, usarlo con mesura porque sirve para aportar un toque de personalidad pero nunca puede ser el elemento principal del plato. El caso es que los grandes chefs lo usan para sus recetas y cómo también hay grandes chefs en los hogares hay que empezar a investigar en las cocinas de las casas, sirviéndose de esta hierba que tiene mucho de mágico.
El té en la preparación de los mejores gin tonics
El té sirve incluso para preparar un gintonic. De hecho la ginebra es el alcohol que encaja mejor en distintas combinaciones y existe todo un culto alrededor de esta bebida a la que se le agregan distintos sabores, lo que hace que en los bares de copas se creen pequeños rituales en torno a la preparación de un gintonic.
Para preparar un gintonic con té siempre se tiene que partir de una copa de base ancha y echarlo en hebras, preferentemente té oolong o té verde. Para potenciar mejor el sabor y hacerlo más explosivo hay que combinar el té con jengibre y si se le añade alguna fruta deshidratada como la frambuesa o unos pétalos de rosa deshidratados, el resultado ya es máximo.
El té da un sabor amargo muy particular, una sensación que evoca la frescura de la madera fresca y tenerlo a mano sirve para preparar estas infusiones que son toda una delicia y tan distintas de sabor en función de cada variedad de té, aunque muy semejantes en cuanto a sus propiedades con las que se obtienen beneficios para el cuerpo y la mente, pero también sirve para animar la cocina y hasta las copas nocturnas.
Lo mejor es tener siempre té a granel, en recipientes bien cerrados y en lugares que estén protegidos de la luz y el cambio de temperaturas, para preservar su aroma y sus virtudes.