Además, se pueden rellenar de cualquier cosa que se nos ocurra (podéis ver algunas sugerencias aquí), así que aquí estamos, con otra empanada para el repertorio, para demostrar que sí, que cualquier cosa rica cabe dentro de una empanada.
para dos personas porque a los cachorritos no les gusta mucho la morcilla -para ellos hago versión infantil-
Una placa de hojaldre
1/2 morcilla de arroz o de cebolla, según prefiráis
1 cebolla caramelizada
2 cucharadas de piñones
una cucharada de aceite de oliva
1 huevo batido para pincelar
En una sartén calentamos el aceite. Mientras va tomando calor, le quitamos la piel a la morcilla, la partimos y la salteamos durante 5 minutos. Incorporamos los piñones, le damos un par de vueltas y retiramos del fuego.
Precalentamos el horno a 200ºC
Cortamos la placa de hojaldre a la mitad. Reservamos una de las mitades; la otra la ponemos en una bandeja de horno forrada con papel de hornear. Pinchamos repetidas veces con un tenedor y echamos por encima legumbres secas para que el hojaldre no suba demasiado. Horneamos a 180º unos 10 minutos, hasta que empiece a dorarse.
Sacamos del horno; colocamos la morcilla con los piñones sobre la base de hojaldre y por encima la cebolla caramelizada. Cubrimos con la otra mitad del hojaldre y decoramos al gusto. Pintamos con el huevo batido.
Horenamos durante 15-20 minutos hasta que la superficie esté doradita.
Está buenísima recién hecha, templada o fría.