Receta para hacer empanadillas de calabaza y patata
Las empanadillas es una de las elaboraciones más versátiles que podemos preparar, admite tanto infinidad de tipos de relleno como de masas. Hay empanadillas rellenas con distintos tipos de carne, como las tradicionales empanadas argentinas, cuya popularidad ha hecho que se extiendan a medio mundo. Las hay también rellenas de pescado, ¿quién no ha comida una empanadilla de atún y tomate? Y hay otras versiones elaboradas 100% con ingredientes vegetales, como es el caso de la receta que podéis ver en nuestra página de empanadillas de patata, tomate y aceitunas. Además de diferenciarse por el tipo de relleno, la masa con la que se preparan también cambia de unas regiones a otras, así como el método de cocción, pudiendo elaborarse masas que son cocidas en el horno, u otras que, una vez sellada la masa, se fríen en abundante aceite.
Para mí estos pequeños manjares son algo más que un trozo de masa relleno, para mi las empanadillas son sinónimo de verano, de recuerdos, de brisa y mar. De pequeño veraneaba a orillas del Mar Menor, una pequeña laguna salada que está comunicada con su hermano mayor, el Mar Mediterráneo, que la nutre y la cuida. Eran tiempos ociosos, en los que pasábamos las horas tumbados en la arena, quemando el tiempo entre charlas y juegos diversos. Todos los días, casi a la misma hora, un olor nos hacía abandonar nuestros pasatiempos y encaminar nuestros pasos hacia una panadería cercana. Sabíamos que de demorarnos demasiado nos quedaríamos sin nuestras ansiadas empanadillas, que, a esas horas, abandonaban el cálido horno para ocupar, durante un corto espacio de tiempo, las cestas de mimbre de Adela, la dueña del obrador. Había días en los que las colas de personas deseosas de hacerse con alguna de aquellas delicias eran míticas. En apenas media hora, los dos tipos de empanadillas que Adela elaboraba desaparecían de su tienda. Nunca supe por cuál de ellas decidirme; si por las empanadillas de pisto, de masa seca, anaranjada y brillante o por las de pescado y huevo, de masa un tanto hojaldrada. Ahora, años después, con Adela desaparecida, y con ella, sus empanadillas, solo me queda el consuelo de pensar que algún día daré con una receta que guarde alguna similitud con aquellas de los veranos de mi infancia. No ceso en mi búsqueda?
Las empanadillas que os traigo hoy, están elaboradas con calabaza y patata como ingredientes principales. Se trata de una receta sencilla, sana y muy nutritiva. Las cantidades están expresadas para preparar unas pocas unidades, pero os animo a que multipliquéis los ingredientes para hacer más cantidad, porque estas empanadillas tienen un sabor realmente exquisito y una conservación estupenda. La receta se elabora en poco tiempo, y la masa que hemos usado ni siquiera necesita un amasado intensivo, por todo ello, no hay excusa, ni por dificultad, ni por tiempo, para no prepararlas. Sentíos libres de incluir otros ingredientes, porque la cocina, como la vida, es para eso; para experimentar y estar en constante búsqueda de aquello que a uno más le pueda satisfacer.Vídeo de la Receta
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Ingredientes [Para 3 unidades]:
Mantequilla- 100 gramos
Harina de trigo - 320 gramos
Agua - 120 gramos
Patata - 250 gramos
Calabaza - 250 gramos
Queso rallado - 100 gramos
Cebolla - 1 unidad
Sal - al gusto
Pimienta negra - al gusto
Mantequilla - 25 gramos
Perejil - 1 cucharada grandeElaboración de la Receta
Lo primero que haremos es preparar la masa. Para ello, ponemos en un cuenco la harina y la mantequilla. Desmenuzamos la mantequilla mezclándola con la harina hasta que se formen una especie de gachas. Añadimos el agua y amasamos hasta que la harina la absorba. Una vez que tenemos una masa lisa, en la que no se aprecien grumos, tapamos el cuenco con un plástico y dejamos reposar la masa mientras preparamos el relleno.
Antes de empezar con el relleno, ponemos a calentar abundante agua en una olla. Añadimos al agua una pizca de sal.
Mientras el agua se calienta, pelamos la calabaza y las patatas. Cortamos en tacos gruesos ambos ingredientes.
Cuando el agua rompa a hervir, añadimos los trozos de calabaza y patata y cocinamos, a fuego medio, durante 20 minutos o hasta que ambos ingredientes estén tiernos. Una vez que estén listos, los sacamos de la olla y los ponemos en un escurridor.
Mientras la calabaza y la patata se cuecen, pelamos y cortamos la cebolla finamente.
En una sartén, ponemos a calentar la mantequilla. Cuando se funda, añadimos la cebolla picada. Cocinamos, a fuego medio, hasta que la cebolla esté transparente.
Picamos el perejil finamente.
En un cuenco, ponemos los trozos de patata y calabaza, el perejil picado, la pimienta molida, el queso rallado, la cebolla y una pizca de sal. Con la ayuda de un tenedor, rompemos un poco los trozos de patata y calabaza, pero sin llegar a formar un puré, simplemente los rompemos en trozos más pequeños.
Llega el momento de dividir la masa en varias porciones. Debemos tener en cuenta qué tamaño de empanadilla queremos hacer. Yo he optado por hacer piezas grandes, así que he dividido la masa en 3 porciones. Una vez dividida, formamos una bola con cada trozo de masa.
Precalentamos el horno a 180º C.
A continuación, formamos los discos de masa. Para ello, podemos ayudarnos de un rodillo o, como podéis ver en el vídeo, podemos hacer uso de dos laminas de plástico obtenidas cortando una bolsa de uso alimentario. Ponemos una de las bolas entre las láminas y presionamos con un cuenco de base plana. Retiramos la lámina de plástico superior y colocamos en el centro del disco un poco de relleno. Ayudándonos de la otra lámina de plástico, plegamos la masa por la mitad hasta hacer coincidir el borde de las dos mitades. Sellamos a mano y rematamos el cierre con la ayuda de un tenedor. Repetimos el proceso con el resto de porciones de masa. A medida que las vamos formando, ponemos las empanadillas sobre una bandeja de horno forrada con papel vegetal.
Metemos la bandeja al horno y horneamos, a 200º C, durante 30 minutos o hasta que la masa adquiera un tono dorado.
Retiramos, dejamos enfriar un poco y servimos.
Anotaciones y Consejos
Estas empanadillas están hechas pensando en aquellas personas que no comen ingredientes de origen animal, pero os animamos a que uséis otros ingredientes en su elaboración, y que pintéis la masa con huevo batido antes de meterla al horno, ya que de este modo obtendréis un bonito brillo y color dorado.