La receta que os traigo hoy es una de las que más me ha gustado de todas las que he hecho últimamente. Unas empanadillas rellenas con un guiso de conejo al chocolate. Está mal que yo lo diga pero ¡están espectaculares!
Además tiene su historia. Y es que no hace mucho, una noche soñé con esta receta. Y en cuanto me desperté me la apunté para que no se me olvidará.
Vamos con la receta,
Ingredientes:
-1 cebolla
-2 dientes de ajo
-2 zanahorias
-Aceite de oliva
-1 guindilla
-Unas ramitas de tomillo
-1 conejo troceado
-3 vasos de vino tinto (yo pongo tipo chato y son 200 ml cada chato)
-3 vasos de agua
-1 paquete de obleas de empanadillas
-1 huevo
-Sal y pimienta
Para él majado:
-2 tostadas de pan
-El hígado del conejo
-Perejil
-12 almendras
-2 porciones de chocolate negro
Para decorar:
-Cacao en polvo
Habréis leído la lista de ingredientes y os habréis asustado. Pero en realidad no son tantos una vez que os pongáis a cocinar. Ya veréis.
Lo primero de todo es picar la cebolla, las zanahorias y los ajos y los pochamos en un poco de aceite con el tomillo y la guindilla.
En una sartén aparte se fríe el conejo previamente salpimentado. Lo pasamos a un plato con papel de cocina para que absorba el exceso de aceite y lo añadimos a las verduras pochadas.
Cubrimos con el vino y el agua y ponemos a fuego lento.
Ahora vamos a hacer el majado en el mortero con las dos tostadas de pan frito, el hígado del conejo también frito previamente, perejil, las almendras y el chocolate. Añadimos al guiso y cocemos durante una hora. ¡Ya veréis que aroma tan rico tendréis en casa!
Dejamos enfriar y desmigamos la carne del conejo. Ligamos con un poco de su propia salsa para aportarle jugosidad.
Y ahora es cuando vamos con la última parte de la receta. Las empanadillas.
Para ello rellenamos la masa, la cerramos apretando los bordes con un tenedor (si sois tradicionales) o apretando el molde para empanadillas (si sois unos modernos). Pintamos la superficie con huevo batido y horneamos a 180°c durante unos 25 minutos (o hasta que estén doradas).
Decoramos el plato con un poquito de salsa del guiso y con cacao en polvo y... solamente nos queda disfrútalas.
¡Que aproveche!
Fuente: este post proviene de Blog de tapasconestilo, donde puedes consultar el contenido original.
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