Ya es lunes de nuevo y nos acercamos con fuerza a nuestra Semana Santa. Esta misma semana ya comienzan las distintas procesiones por las distintas ciudades españolas. Al olor a incienso se suma el olor a canela, ajonjolí, anís....olores y sabores de la semana más importante del año. La gastronomía juega una especial importancia en estas fiestas, y yo hoy os traigo una propuesta para poder disfrutar gastronómicamente de la Semana Santa. Hace unas semanas fue el cumpleaños de mi amiga María José y nos llevó para merendar varias docenas de estas empanadillas. A todo el mundo le encantó la merienda. Y lo mejor es que la receta no podía ser más fácil, ya que se usan las obleas especiales para empanadillas que se comercializan (La Cocinera o similar). Maria José las hizo todas en la sartén, aunque yo he hecho la mitad fritas y la otra mitad al horno. Sin duda, las primeras son para los más golosos, aunque las otras también están muy ricas, pese a que yo estas últimas no las he rebozado en azúcar y canela, sino que las he horneado con azúcar granulado por encima. Si queréis restar calorías a la receta os recomiendo hacerlas al horno, si no os importan las calorías os dais un capricho y las hacéis fritas.
INGREDIENTES (para 16 empanadillas):
Un paquete de obleas especiales para empanadillas
Para rebozar las que están frítas:
Azúcar
Canela
Aceite de oliva virgen extra
Para decorar las del horno:
Azúcar granulado
Un huevo batido
Para la crema pastelera:
100 ml. de leche entera
100 ml. de nata (crema de leche)
2 yemas de huevo
65 gr. de azúcar
1 palo de canela
Piel de limón
20 gr. de Maizena
PREPARACIÓN:
Preparamos con antelación la crema pastelera, incluso la noche antes podemos hacerla y reservarla en el frigorífico hasta la hora de usarla. Para ello calentamos la nata (crema de leche) junto con la mitad de la leche, el azúcar, la canela y la peladura de limón. Cuando llegue a ebullición retiramos y añadimos las dos yemas de huevo batiendo enérgicamente para que no se cuajen las yemas. Con el resto de leche que hemos reservado lo mezclamos en un bol con la Maizena, y una vez integradas las yemas llevamos al fuego el cazo y añadimos la leche con la Maizena. Sin parar de remover esperamos a que espese la mezcla. Una vez espesada sacamos y dejamos enfriar a temperatura ambiente tapada con papel film. Cuando se enfríe la refrigeramos si no la vamos a usar en el momento.
Sacamos las obleas del frigorífico y dejamos abiertas unos diez minutos. En cada una de ellas ponemos dos cucharaditas de crema pastelera. Cerramos la obleas y con un tenedor cerramos presionando bien para que no se salga el relleno.
Calentamos abundante aceite en una sartén y freímos las empanadillas unos minutos por cada lado, hasta que estén doradas. Sacamos y dejamos sobre papel absorbente para que suelten el exceso de aceite. Una vez que lo hayan hecho rebozamos en una mezcla de azúcar y canela.
Las del horno las ponemos una vez cerradas sobre la bandeja de hornear protegida por papel vegetal y pintamos con huevo batido. Le añadimos azúcar granulado por encima y horneamos en el horno precalentado a 200º durante unos 12 minutos. Sacamos y dejamos templar, se pueden tomar templadas, aunque yo las prefiero frías. A éstas en lugar de ponerle azúcar granulado por encima podemos espolvorearlas con azúcar glass.
De cualquier forma están muy buenas. Y lo mejor es que son muy rápidas de preparar. Con ellas os dejo esperando que tengáis un buen comienzo de semana.
Lidia.