Esta receta podría ser perfectamente una receta navideña, ya que son muchos los dulces de esta época que llevan cabello de ángel y azúcar glass. Pero también es ideal para el otoño ya que el cabello de ángel se elabora a partir de un tipo de calabaza, así que está de plena temporada.
Es un dulce que lleva su tiempo, porque hay que hacer una a una las empanadillas y la masa es un poquito trabajosa.
Aun así el resultado es un bocado muy fino y merece la pena, con aires de cortadillos de cidra o dulces navideños.
Empanadillas de Nata (crema de leche) y Cabello de Ángel
Ingredientes
Para la masa
250 gr. de mantequilla
200 ml. de nata (crema de leche)
600 gr. de harina de fuerza
1 cucharita de las de moka de bicarbonato o levadura
Azúcar glass para decorarPara el relleno
1 lata de cabello de ángel
La ralladura de un limón
½ cucharita de las de café de canela molida Elaboración
Empezamos con la mantequilla a temperatura ambiente y la ayuda de unas varillas manuales, lo mezclamos con la nata (crema de leche), cuando se ha creado una crema muy esponjosa añadimos la harina con la levadura, se trabaja con las manos y una vez que está bien homogeneizada, se tapa con papel film y a la nevera por lo menos 40 minutos para que se enfrie bien.
Mientras rallamos la piel del limón, lo añadimos a la canela y al cabello de ángel, con la ayuda de una cuchara removemos bien. Este toque aromático se lo he añadido yo, considero indispensable añadir estos dos ingredientes al cabello de ángel para realzar su sabor.
Para hacer las empanadillas, con la ayuda de un rodillo estiramos la masa y con un corta pastas se hacen las obleas, del tamaño que deseéis, se rellenan con el preparado de cabello de ángel y se cierra con la ayuda de un tenedor.
Colocamos papel vegetal en la bandeja y sobre éste disponemos las empanadillas, se llevan al horno precalentado a 200ºC con calor arriba y abajo durante 20 minutos, tienen que dorarse, sino dejarlas más tiempo dentro.
Una vez sacadas del horno y ya templadas, se le espolvorea el azúcar glass.
Buen provecho.
Receta tomada de “Cocina compartida”