Se me ha pasado este medio año en un suspiro, no me puedo creer que ya estemos en verano... Ya sé que empieza a finales de mes pero para mi mente, en cuanto llega junio, pone el modo verano ON. De repente, intenta entrar en un estado de relax y solo piensa en disfrutar de paseos bajo el solecito antes de que éste apriete demasiado...
Claro que luego llegan los madrugones y una cantidad descomunal de trabajo y mi cuerpo le acaba diciendo que nanái del peluquín... Así que os imaginaréis la lucha interna que sufro cuando llega este mes...Sobre todo sabiendo que me queda bastante para disfrutar de las vacaciones.
Aunque sí hay una cosa a la que dejo vía libre cuando entro en este modo: intentar cocinar en el menor tiempo posible... Bueno, realmente mi mente directamente me pide que deje de cocinar, pero hemos tenido que llegar a un acuerdo por que, primero, a una le gusta mucho comer y, segundo, mi cuerpo no está dispuesto a pasar hambre. Ya no hacemos ni la operación bikini... No digo más... Así que siempre tengo que andar a la caza de recetas ricas que no requieran de mucho tiempo en la cocina.
Y estas empanadillas son una de ellas. En casa no las solíamos preparar mucho porque fritas nos parecían muy pesadas, pero creo que este verano van a caer más de una vez ahora que las hemos probado al horno ¡menudo cambio! Son mucho más ligeras, suaves y no quedan aceitosas si decides llevarte unas cuantas al día siguiente en táper a la oficina. Además, acompañadas de una sencilla ensalada conseguimos una combinación perfecta y nada pesada para un día caluroso.
Aunque todo lo casero siempre está más bueno, si entráis en el mismo modo verano ON que yo os recomiendo que hagáis un poquito de trampa y compréis la masa ya hecha. Nosotros incluso encontramos un sofrito bastante natural y el pimiento asado ya preparado...
Ya veis que cuando se acerca el calor, el ingenio se agudiza un montón jajaja. ¿Os pasa a vosotros lo mismo?
Ingredientes (para 16 unidades)
1 paquete con 16 obleas de masa
150 gr. de bonito en aceite
1 pimiento rojo asado
3 huevos
Aceitunas verdes cortadas en rodajas
300 gr. de sofrito de tomate (lo compramos ya preparado, si lo haces tú en casa necesitarás tomates, cebolla y ajo)
Sal y pimienta
Jalapeños (opcional)
Reducción de Pedro Ximénez (opcional) Preparación
Pon a precalentar el horno a 200ºC, calor arriba y abajo.
Ponemos a cocer dos huevos en una cazuela con un poco de sal y los dejamos hervir unos 10 minutos.
Desmigamos el bonito, cortamos el pimiento asado en tiras y lo colocamos en un bol.
Si tenemos las aceitunas enteras, las troceamos y las añadimos al bol.
Pelamos los huevos bajo el grifo con abundante agua fría tras darles unos golpes en la encimera para que la cáscara se rompa y se desprenda más fácilmente. Los troceamos y los añadimos al bol.
Por último, añadimos el sofrito de tomate y removemos hasta que todos los ingredientes estén bien mezclados.
Si quieres darles un toque diferente, puedes añadir ahora el chile verde troceado o dividir la masa en dos y añadirlos solo a una parte, como hicimos nosotros.
Saca las obleas del frigorífico y en cada una de ellas coloca aproximadamente una cucharada sopera de relleno en uno de los lados.
Doblamos la masa haciendo coincidir los bordes para cubrir el relleno y cerramos la masa con la ayuda de un tenedor, hundiéndolo de forma firme pero sin traspasar la masa.
Colocamos las empanadillas sobre una bandeja para el horno forrada con papel para cocinar y las pintamos con un huevo batido. Si has hecho empanadillas de dos tipos, no te olvides de marcarlas con una señal o alguna especie aromática como orégano (o la que más te guste) para distinguirlas luego.
Mételas en el horno entre 10 y 15 minutos, hasta que estén doradas.
Si quieres darles un toque diferente puedes poner un poco de reducción de Pedro Ximénez por encima antes de servir. Las puedes comer tanto calientes, templadas como frías ¡siempre están ricas!