Una buena forma de camuflar el pescado a los niños es esta, no se ve y el colorido de los tomates invita a probar el plato. Luego, seguro que hasta les gusta, porque tiene un sabor riquísimo.
Tiempo de elaboración: 15 minutos
Tiempo de cocción: 35 minutos
Ingredientes para 3-4 personas:
400 gr. de emperador descongelado (mejor en rodajas pequeñas), 2 cucharaditas de zumo de limón, sal, pimienta. Para la salsa: 25 gr. de mantequilla o margarina, 25 gr. de harina, 300 ml. de leche y 75 gr. de queso rallado. Para la decoración: perejil y tomates cherrys de distintos colores.
Elaboración:
Se precalienta el horno a 180º. Se ponen las rodajas de emperador en una fuente para el horno, se salpimientan y se rocían con el zumo de limón.
Por otra parte, en una cacerola se funde la mantequilla, se añade harina y la leche poco a poco. Se deja unos minutos sin parar de dar vueltas hasta que espese.
A continuación, se agrega el queso, se salpimienta y se mezcla todo muy bien.
Se vierte la salsa sobre el pescado.
Y se mete al horno unos 35 minutos. Aunque cada horno es un mundo, el mío es más bien lento, seguro que en otros se hará antes, hay que vigilar el pescado y cuando la salsa se dore, ya está perfecto. Finalmente, se decora con el perejil y los tomatitos, yo he comprado un envase con tomates de distintos tipos, pero lo decoráis con los que tengáis a mano.
¡¡Y A DISFRUTAR!!
Este plato lo encontraréis también en PRIMEROS PLATOS