130 grs. de leche
100 grs. de roquefortd
2 endivias
80 grs. de manteca de cacao
100 grs. de vino de Oporto
1,6 grs. de agar-agar
Empezamos poniendo en un recipiente la leche y el roquefort y lo vamos calentando hasta que se disuelve el queso. Lo reservamos en una jarra para que nos sea fácil repartir y lo colocamos en un molde de bolas, tipo cubitera o bombones redondos.
Estas porciones redondas, las colocamos una vez frío al congelador y podemos tenerlo preparado con días de antelación.
Por otro lado preparamos el oporto, yo lo he dejado hervir un poco para que pierda el alcohol, en el último momento he añadido el agar-agar y tras romper a hervir lo he separado y lo he guardado. Enseguida solidifica. Por tanto en el momento de utilizarlo, le daremos un golpe de turmix para conseguir que se aligere y lo ponemos en un biberón. (También podemos hacer minicuadraditos para colocarlos con unas pinzas)
Llega el momento de prepararlos, podemos hacerlos unas 2 horas antes de degustarlo.
El día de servirlo, sólo tenemos que preparar la manteca de cacao disuelta, estará ligeramente tibia, y cuando vamos a montarlo, preparamos las hojas de endivias, yo he cogido las puntas por que me parecen más tiernas. En una cuchara, preparamos la hoja de base, sobre ella colocamos la bola de roquefort que la habremos bañado en la manteca de cacao, tal como nos explico Gessami, he clavado una aguja en la superficie de la bola, la he bañado en la manteca y la he depositado en la hoja de endivia, al estar congelada, la manteca de inmediato se solidifica.
Esto hace de recipiente cerrado que se romperá en nuestra boca al momento de comerla.
Ya lo tenemos, no es difícil, y el resultado queda muy vistoso.