Esta es una ensalada que personalmente me encanta y por eso la hago con regularidad en casa.
Ingredientes:
lechugas variadas.
1 aguacate.
surimi.
jengibre encurtido.
sésamo negro.
soja y vinagre de arroz.
gelatina de soja.
aceite, y sal.
Hacemos el día anterior la gelatina de soja igual que la haríamos de limón o de naranja, atendiendo a los consejos del fabricante de la gelatina. Nosotros hemos utilizado placas de gelatina neutra y le hemos añadido a la soja un poco del líquido del jengibre encurtido.
Lavamos las hojas de lechuga que vayamos a utilizar, (nosotros hemos puesto romana, batavia, hoja de roble y escarola), las troceamos y las ponemos en un bol amplio donde finalmente serviremos la ensalada.
Troceamos los palitos de surimi, no demasiado pequeños, y los añadimos al bol de las lechugas. Es importante que el surimi tenga calidad, hay en el mercado muchas marcas de este producto y algunas son bastante mejores que otras.
Pelamos el aguacate, que debe estar maduro pero no excesivamente blando, lo cortamos groseramente y lo incorporamos al bol de las lechugas también.
Cortamos pequeño el jengibre encurtido y lo añadimos al bol.
Cortamos la gelatina en cubitos como de un centímetro y la añadimos también.
En un bote mezclamos dos cucharadas de soja, tres de vinagre de arroz y cuatro de aceite de oliva. Cerramos el bote y lo agitamos hasta que esté bien mezclado.
Añadimos al bol un poco de sal, unas semillas de sésamo negro y la vinagreta que tenemos en el bote y lo mezclamos todo muy bien ayudándonos con unas palas.
No debemos permitir que la lechuga pierda demasiado volumen ni que adquiera una temperatura inconveniente así que serviremos inmediatamente.
Fuente: este post proviene de Cocina sin Carné, donde puedes consultar el contenido original.
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